jueves, marzo 28, 2024

Los trabajadores reprimidos del Frigorífico Penta aguardan una respuesta de la empresa

Los 250 operarios de la planta de Quilmes buscan resguardar sus puestos de trabajo y que se les pague los salarios completos.

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Los 250 trabajadores de la planta frigorífica Penta S.A, de la localidad bonaerense de Quilmes, esperan una respuesta por parte de la empresa, para poder retornar a sus fuentes laborales tras ser ferozmente reprimidos la semana pasada por la Policía Bonaerense.

“El lunes tuvimos una reunión con el viceministro de Trabajo de Nación, Marcelo Belloti, donde también estuvo el abogado de la empresa y estamos esperando una respuesta que hoy y mañana”, adelantó en diálogo con Diputados Bonaerenses Javier Córdoba, operario del frigorífico.

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Sucede que, tras la represión que sufrieron los trabajadores en la planta de Bernal Oeste a manos de la Bonaerense, mientras reclamaban por mejoras en sus salarios y por sus fuentes laborales, el Ejecutivo Nacional convocó ayer a los delegados gremiales y a la empresa para llegar a un acuerdo.

Ante este panorama, la última palabra la tiene el empresario Ricardo Bruzzone, dueño de la firma y que deberá comunicar cuál es la decisión de la empresa: si decide ir en contra de lo establecido en plena crisis sanitaria y económica para reducir personal, o abrir nuevamente las puertas de la planta.

Es importante señalar que el propio presidente Alberto Fernández, emitió un decreto en donde dispone en el marco del aislamiento social, preventivo y obligatorio la prohibición de despidos “sin causa justa y por las causales de falta o disminución de trabajo”.

Asimismo, y en contra de la normativa vigente Bruzzone había decidido bajar las persianas de la fábrica en medio de la cuarentena por el coronavirus (Covid-19) y dejando en la calle a estas 250 familias que fueron reprimidas en un triste episodio.

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No contento con lo sucedido la semana pasada en el kilómetro 11.500 de Camino General Belgrano y Lamadrid, la firma pidió un juicio de desafuero para dos trabajadores de la planta y que también son delegados de la Federación de Sindicatos de Trabajadores de la Carne y Afines (FESITCARA).

Esto sucedió el 8 de abril y comunicado ayer mientras los operarios aguardaban en asamblea la audiencia con la cartera de Trabajo. Allí fue cuando la patronal les comunicó a los delegados el pedido de desafuero, tras el paro nacional que realizó la federación horas después de la represión.

Por su parte, Córdoba afirmó que por el momento “los trabajadores no estamos despedidos, estamos en un impasse porque tampoco vamos a hacer nada hasta que la empresa no se pronuncie en base a lo entablado ayer”.

“Nosotros lo único que pedimos es que el empresario Bruzzone recapacite y que la fábrica abra sus puertas para que podamos volver a trabajar y cobrar un salario digno con la que alimentar a nuestras familias”, argumentó uno de los trabajadores reprimidos.

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