El cuadro es dramático en las cárceles del país. Por caso, esta semana la grave crisis de superpoblación, sumada al avance de la pandemia del coronavirus, dejó el saldo de 1.200 presos en huelga de hambre en la provincia y dos motines que terminaron con un muerto y 20 heridos. Ahora estalló otro episodio en el penal federal porteño de Villa Devoto.
En las postales se puede ver a incendios entre las celdas, reclusos armados con facas en los techos, y una bandera que dice "Nos negamos a morir en la cárcel". Según trascendió, la protesta se originó en el módulo 1 del Complejo Penitenciario Federal de la ciudad de Buenos Aires, más conocida como cárcel de Villa Devoto.
En total, hay 1694 presos y cerca del 70 por ciento de la población carcelaria se sumó a la protesta. Allí, días atrás un agente con rango de subayudante dio positivo de coronavirus, según confirman fuentes del SPF. Ahora la chispa que habría desatado el motín sería el traslado a cuatro presos que se sentían mal y tendrían síntomas, según los presos, de Covid-19.
Por otra parte, anoche se difundieron videos de protestas similares a las que venían haciendo hace semanas: prendieron fuego colchones y frazadas y realizaron batucadas con los tachos de basura. Pero esta mañana los internos del Módulo 1, donde vivía uno de los cuatro presos supuestamente infectados, lograron reducir a un par de penitenciarios y salieron a las escaleras.
De acuerdo a lo que trascendió, los presos no quieren hablar con autoridades penitenciarias ni con representantes del Poder Ejecutivo, la exigencia que presentaron es tener una comunicación con funcionarios de la Cámara Federal de Casación Penal, que había resuelto que jueces y tribunales evalúen los casos de detenidos con prisión preventiva, dando prioridad a los grupos de riesgo.
También, el máximo tribunal penal del país, el 14 de este mes, recomendó a los tribunales federales y nacionales que otorguen prisión domiciliaria con monitoreo electrónico a los presos en prisión preventiva por delitos no violentos, condenados a penas de menos de 3 años, que estén en condiciones de tener salidas transitorias, mujeres embarazadas y persona que corran riesgo de vida.
En tanto, el miedo al contagio y el reclamo para que la Justicia resuelva los pedidos de excarcelaciones también marcan al Servicio Penitenciario Bonaerense, con 1200 presos en huelga de hambre y dos motines en una semana en cárceles como la N°10 de Moreno o la 23 de Florencio Varela, que terminó con 20 presos heridos y un muerto a causa de las heridas de postas de goma.
