El 18 de mayo de 2019 cambió la historia política de la Argentina. Ese sábado por la mañana el país despertaba para encontrarse con un video muy particular de la por entonces expresidenta Cristina Fernández de Kirchner que revolucionó absolutamente todo, en especial por el efecto sorpresa.
“Le he pedido a Alberto Fernández que encabece la fórmula que integraremos juntos: él como candidato a Presidente y yo como candidata a Vice en las próximas elecciones”, fue la frase de la dos veces Primera Mandataria que di vuelta el año político y, tal vez, la década.
Un año atrás las alianzas eran muy diferentes a las que actualmente se mantienen. Sergio Massa, Miguel Ángel Pichetto, Roberto Lavagna y Juan Urtubey trataban de armar un peronismo alternativo al kirchnerista para evitar la reelección de Mauricio Macri.
Ese 18 de mayo hizo que todo se diluya y las nuevas conquistas comenzaron: coqueteos entre Alberto y Massa; Macri y Vidal yendo por un bastión peronista y endosando a Pichetto; Lavagna y Urtubey plantándose como la tercera y muy lejana posición.
“Esta fórmula que proponemos es la que mejor expresa lo que en este momento en la Argentina se necesita para convocar a los más amplios sectores sociales y políticos, y económicos también, no solo para ganar la elección, sino para gobernar”, siguió CFK.
En el video se planteaba un escenario de caos producto de las políticas económicas de la alianza Cambiemos: hambre, falta de empleo, gente durmiendo en la calle, facturas de servicios impagables.
Un año más tarde, después de alcanzar la victoria y asumir el 10 de diciembre de 2019, el escenario no cambió mucho y esta vez porque arribó una pandemia de coronavirus que no hizo más que acrecentar lo que ya estaba en ruinas.
La vuelta de Cristina Kirchner al gobierno trayendo de la mano al ex Jefe de Gabinete de Néstor Kirchner fue calificado como “una jugada maestra” por analistas políticos propios y ajenos, y también una esperanza para sus militantes que pasaron cuatro años en el ostracismo político.
Se cumple un año del video que cambió la historia, un año en el que la realidad de la Argentina dio un giro dramático que no pudieron prever ni Cristina ni Alberto para el inicio de la nueva gestión peronista. Un peronismo encabezado por Fernández y su búsqueda por sellar la grieta y poner al país “de pie”.
