viernes, marzo 29, 2024

Tiene dos años, padece parálisis cerebral y hace un año que espera una silla ortopédica

Tras un año en donde el IOMA evitó asistir a Noah, el sector de compras aprobó una silla de ruedas que no estaba nomenclada.

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La obra social de la provincia de Buenos Aires, IOMA, volvió a entrar en el foco de la tormenta por negarle por más de un año una silla de ruedas ortopédica a Noah, un nene de dos años que sufre parálisis cerebral.

La mamá del niño y vecina de la ciudad de La Plata, Daiana Ferlín, se comunicó con Diputados Bonaerenses y comentó que la enfermedad de su hijo se debe a una mala praxis durante el parto y por eso tiene que estar sentado constantemente.

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“La fisiatra recomendó que el año pasado usara una silla postural debido a que como él no camina, tiene que estar sentado en algún lado y es bastante grande para cargarlo todo el tiempo”, relató la mamá.

En este sentido, la madre agregó que “al no tener la silla, presente la papelería correspondiente el año pasado pero estuvo tres meses en el sector de compras, tres meses en auditoría y así se pasaban la pelota y siempre me decían lo mismo”.

 

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Durante todo este tiempo en que Ferlín y su hijo aguardaban por alguna respuesta de la mutual, se le realizó una placa de cadera y se confirmó que Noah padece de un desplazamiento de la cabeza del fémur, por no tener la silla correspondiente.

El monto de la silla postural que necesita el chico es de $600 mil, pero el dato más resonante es que si bien las autoridades de la obra social aprobaron la compra de dicho elemento, lo hicieron por una que valía $120 mil y que no estaba nomenclada.

“IOMA me dijo hace una semana atrás que ya podía comprar la silla pero cuando llamo a ortopedia no era la silla que él precisaba, es decir, que aprobaron mal los papeles”, denunció Ferlín.

En consecuencia, la mujer manifestó que “fui el jueves a la mutual y me tuvieron más de dos horas, en plena pandemia sentada en una silla esperando que me dieran respuestas y me pareció totalmente fuera de lugar”.

 

 

Desde IOMA, nunca nadie le dio una respuesta concreta ya que según explicó, “tanto el sector de compras como la auditoría se pasaban la pelota”. Incluso, el entredicho terminó con que un trabajador de la mutual habría adquirido mal la silla ortopédica.

Momentáneamente Noah utiliza una silla de ruedas que le prestó de manera provisoria un vecino. Pero según la madre, tampoco es la adecuada y por ese motivo que tuvo que reacondicionarla con almohadones para que pueda usarla mientras esperan una solución.

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