A un día de que el Gobierno anunciara que no pondrá obstáculos al tratamiento en el Congreso de un proyecto de ley para legalizar el aborto y que dará “libertad de conciencia” a sus legisladores, el ministro de Salud de la Nación, Adolfo Rubinstein, salió a fijar posición en relación al tema.
“Estoy absolutamente a favor de que se discuta el tema en el Congreso, es un debate que nos debemos después de 30 años de democracia”, afirmó Rubinstein aunque reconoció que “es un tema espinoso que tiene muchas aristas, jurídicas, éticas, morales, las creencias han frenado la discusión”.
El funcionario además dijo que “está demostrado que en los países donde el aborto es legal la cifra de abortos que se hacen no es mayor que la de los países donde es ilegal, es decir, no aumentan por ser legales. La diferencia es que en esos países se ha reducido drásticamente la mortalidad materna”.
Consultado sobre las cifras de mortalidad materna, Rubinstein aseguró que “los abortos inseguros representan el 18 por ciento y son la primera causa”.
Al mismo tiempo, el titular de la cartera de salud prometió reforzar la aplicación de los protocolos de aborto no punible –se aplican en sólo ocho provincias argentinas-, revisar la inclusión de la mifepristona y el misoprostol en los listados de la Anmat.
