Pasadas las primeras 24 horas del brutal ataque a balazos contra un dirigente de la UOCRA y su cuñado en una localidad al norte de Rosario, el interventor del gremio en La Plata, Carlos Vergara, dijo que el hecho “nada tiene que ver con un robo”.
Durante la madrugada del lunes, dos personas mataron a Juan Garcilazo, de 44 años, e hirieron de gravedad a Julio Galván, quien acompaña a Vergara en la intervención del gremio, tras la detención de Juan Pablo “Pata” Medina.
“Desde la fiscalía dicen que el modus operandi nada tiene que ver con un robo. La verdad no lo sé, no culpo a nadie”, aseguró Vergara en diálogo con la Once Diez pero advirtió: “No descartamos ninguna hipótesis, ninguna”.
Luego de que el hecho se hiciera público fue el propio comisario de la seccional N°5 de Puerto General San Martín, Mauricio Nowichi, quien descartó que el ataque haya estado relacional con un intento de robo.
“Algo pasa acá. No descartamos ninguna hipótesis”, volvió a repetir Vergara ante la consulta de los periodistas. Lo cierto es que, el dirigente gremial hoy a cargo de la seccional que comandaba Medina, dio varias señales de temor en sus respuestas.
“Tengo que tener cuidado con lo que digo y con lo que hago. Me han amenazado por teléfono”, remarcó Vergara. Consultado sobre los resultados de la intervención, dijo “cuanto menos le pregunte a la Justicia mejor”.
La caída del “Pata” Medina ocurrió el 26 de septiembre pasado, en un operativo cinematográfico: el polémico sindicalista permaneció más de diez horas atrincherado en la sede gremial de La Plata para resistir la orden de detención que había firmado el juez federal Luis Armella, de Quilmes, por “lavado de dinero, extorsión y amenazas”.
Durante la noche, Medina fue detenido por el grupo Halcón en su mansión de Punta Lara, junto a seis miembros de su familia y allegados del gremio. En los allanamientos que se realizaron por pedido del fiscal Álvaro Garganta se secuestraron armas, grandes sumas de dinero y autos, aviones y barcos.
