El presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Sergio Massa y el ministro de Transporte, Mario Meoni, presentaron un proyecto que eleva las penas para quienes maten corriendo picadas. Días atrás, la diputada del PRO, María Luján Rey, hizo lo propio con uno muy similar.
Ante esta situación, llegó el recuerdo de lo que ocurrió a nivel provincial con la Ley de Víctimas, donde oficialismo y oposición pasaron semanas enteras de tironeos y disputas hasta que alcanzaron los consensos para un proyecto unificado.
“Estas leyes son homenajes a tantos que pierden la vida frente a delitos viales, es importante que los legisladores estén dándose cuenta de esto y viendo que es una de las principales causas de muertes. Los dos proyectos son muy parecidos y desde Madres del Dolor y el Observatorio de Víctimas, apoyamos a los dos”, dijo a Diputados Bonaerenses, Viviam Perrone.
Por caso, el proyecto de Rey lleva el nombre de Kevin Sedrano, el hijo de Viviam, quien fuera asesinado en 2002 por un conductor que se dio a la fuga e intentó ocultar el crimen.
La iniciativa oficialista, lleva el nombre de Tahiel Contreras, el pequeño de seis años que fue atropellado por un joven que corría picadas en el distrito bonaerense de La Matanza.
“Desde Madres del Dolor presentamos un proyecto en febrero de este año ante varios diputados. La ley Tahiel trata sobre los casos cuando alguien atropella y mata, la de María Luján Rey también, pero incluye la pena para quienes participen, promocionan y organizan las picadas, aunque no maten”, destacó Perrone.
En efecto, la iniciativa de Juntos por el Cambio prevé prisión de 9 meses a 4 años e inhabilitación para conducir por el triple de tiempo de la condena a quien participe u organice carreras ilegales.
En el caso de quienes asesinen en el contexto de una picada, en ambas iniciativas dejará de catalogarse como si se tratara de un accidente para pasar a tener la misma pena que un homicidio, es decir de 8 a 25 años de prisión.
La referente de las familias de víctimas señaló que desde el crimen de su hijo a esta parte debieron realizar un largo camino de luchas para modificar ciertas leyes y recordó que “tardamos 12 años en modificar eso, pero igual siguen teniendo como mínimo tres años de prisión en suspenso y eso no sirve, por eso elaboramos el proyecto para que los disputados lo presenten y que se trate de forma integral”.
Con el antecedente fresco de las discusiones en el Senado bonaerense por la Ley de Víctimas, donde Perrone fue parte de las discusiones junto a muchas otras organizaciones de familiares de víctimas de delitos, la mujer destacó el debate en tanto y en cuanto resulte efectivo.
“Lo que pasó con la Ley de Víctimas en la Provincia fue muy bueno porque después de tanto tironeo y discusión, se mejoró mucho el original y salió unificado. No me molesta el debate si de eso sale una ley que realmente sirva, no una ley que sea solo para picadas o solo para conductores bajo efectos del alcohol, sino una que dé respuestas”, aseguró.
Una ley para Buenos Aires
Cabe recordar que en la Legislatura bonaerense duerme una ley de alcohol cero al volante, una iniciativa del senador mandato cumplido Federico Susbielles, que fue impulsada por la familia de Facundo Saccoccia, un joven de Bahía Blanca que fue atropellado por un conductor ebrio.
El año pasado, ese proyecto fue trabado por los senadores de Cambiemos, hasta que lograron los consensos necesarios se le dio media sanción. Sin embargo, por el extenso parate legislativo en Diputados, no pudo avanzar el tratamiento.
“Me comuniqué con el diputado Diego Rovella, que presentó un nuevo proyecto de ley al respecto, pero el problema es que la Cámara de Diputados no está sesionando. La solución a las muertes viales por alcohol al volante es cuestión de voluntad política”, dijo a este medio en aquel momento el padre de Facundo, Santiago Saccoccia.
