Lejos de las críticas feroces y los pedidos de interpelación, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, blanqueó 749 muertos por coronavirus que no estaban contabilizados en los registros oficiales.
Sin embargo, la noticia no ocupó las tapas de los medios nacionales y provinciales como cuando el Gobierno bonaerense presentó el sistema integrado de bases y corrigió un subregistro de 3.523 víctimas fatales.
En la Ciudad de Buenos Aires (CABA) los nuevos fallecidos que fueron blanqueados “por goteo” corresponden a los meses de julio y agosto, uno de los picos de la pandemia por COVID-19.
A diferencia de gran parte de Juntos por el Cambio que cuestionó fuerte a Axel Kicillof y lo acusó de “ocultar muertos”, el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, había reconocido el buen trabajo de la Provincia y que en CABA podía haber subregistros.
El Gobernador bonaerense también había sugerido la posibilidad de que las autoridades sanitarias porteñas sufran el mismo problema y les ofreció el sistema de bases integradas que puso en marcha la Provincia de Buenos Aires.
Finalmente ocurrió. Pero a diferencia de lo que sucedido en territorio bonaerense, donde el ministro de Salud, Daniel Gollan, fue a la Legislatura provincial a responder preguntas de la oposición, el dato de CABA casi que pasó desapercibido.
Incluso, fuentes oficiales del Gobierno de la Ciudad aseguran que podría haber nuevas correcciones, pero sostienen que no serían de la magnitud de los porcentajes que se sumaron ahora.
De todas maneras, el bloque de legisladores porteños del Frente de Todos presentó un pedido de informes y un proyecto para instar a la Ciudad a utilizar el método de la Provincia, pero nunca llegaron a tratarse.
“El paso del tiempo corroboró lo que decíamos cuando presentamos el proyecto para que se utilice el mismo sistema que en Provincia. El subregistro de muertes por covid fue muy elevado”, dijo Matías Barroetaveña, uno de los autores del proyecto.
En ese sentido, desde la oposición porteña sospechan que la lentitud en la carga sirvió para que Larreta llevara adelante el plan de aperturas que negoció con el presidente Alberto Fernández.
“La única hipótesis que se me ocurre es que la visibilidad del aumento del número de casos chocaba con la estrategia de apertura que Larreta estaba llevando adelante”, agregó Barroetaveña.
La Provincia, antes del “sistema integrado de fases” recurría al SISA. Luego, se incorporó el Sistema de Gestión de Camas (Sigec), que unifica la información provista del sector público y privado, y la digitalización de la actas de defunción del Registro Provincial de las Personas.
La metodología de trabajo, a partir de ese momento, consiste en cruzar las tres fuentes de información y llegar a los datos más precisos obtenidos de todas las bases existentes. A esto, se le sumó una Sala de Situación donde se monitorean las variables y estadísticas en tiempo real.
En su paso por la Legislatura bonaerense Daniel Gollán había reconocido que “tener las cifras de fallecidos en tiempo real es un problema histórico en todo el mundo en pandemia”.
“En la Provincia, pudimos resolverlo y seguramente CABA también lo va a resolver", había dicho el ministro de Salud bonaerense. Los pronósticos se cumplieron y la Ciudad también blanqueó el subregistro, pero sin tanto ruido.
