El abogado de la enfermera que atendía a Diego Armando Maradona en el country San Andrés, de Tigre, donde falleció el miércoles de la semana pasada, se presentó hoy ante la Justicia para "aportar pruebas" e información de un chat que integraba la mujer con audios "de conversaciones reveladoras".
Se trata de Rodolfo Baqué, abogado de la enfermera Dahiana Gisela Madrid, quien hasta el momento es una de las principales testigos en la causa por la muerte del exfutbolista. "Venimos a aportar pruebas, audios de un chat que integraba la enfermera hasta días antes de que fuera excluida", dijo el letrado.
Baqué aseguró que realizó la presentación ante los fiscales que investigan las circunstancias en las que murió el exastro futbolístico, y aclaró que no presentará ninguna eximición de prisión porque su asistida "no está imputada por ahora".
"A ella le daban directivas por la medicación psiquiátrica, la psiquiatra, y mantenía conversaciones médicas con el doctor (Leopoldo) Luque", dijo el abogado, respecto a quiénes debían responder.
Según Baqué, Madrid "fue contratada el miércoles 13 de noviembre", es decir dos días después de la externación del "10" de la Clínica Olivos, donde fue operado de un "hematoma subdural".
El letrado explicó que durante ese día el trato fue normal entre el diez y su defendida, destacando la presencia de asistentes terapéuticos que le hacían compañía las 24hs, sin embargo, estos ya no se encontraban en la casa el lunes cuando retornó al lugar.
"Maradona la echa a ella y luego ella queda esperando el relevo, pero como no la relevan, la vuelven a buscar y le dicen que se quede pero de la vista alejada de Maradona porque no quería ser atendido por ella", recordó.
Asimismo, el abogado detalló que tanto los médicos como el entorno que convivía con el astro quisieron que la enfermera estuviera ahí en caso de cualquier eventualidad, haciéndola cargo de suministrar los medicamentos psiquiátricos que consumía.
En tanto, añadió que habría que "dejar de pensar en Maradona como una persona de mal carácter" sino como un adicto, al que si le ponen una restricción o un "impedimento a su adicción se enoja y los expulsa". "Maradona la echó a ella, al igual que todo el mundo que le impidiera consumir, no hubo nada especial para echarla", apuntó..
Para Baqué, el médico personal de Maradona Luque tendría responsabilidad en lo concerniente a las cuestiones clínicas que sufría el ex futbolista, como podía ser la la enfermedad en el corazón que padecía.
"No sé si era un paciente psiquiátrico, se infiere que hay momentos que estaba desconectado de la realidad, no sé si por consecuencia de las drogas que tomaba, pero no era psiquiátrico sino adicto, con lo cual la personalidad adictiva es una explicación de lo que ha sido muchos años Maradona", resaltó el abogado.
En ese sentido, el letrado profundizó e indagó sobre por qué el astro no tenía una casa propia y sobre por qué lo mudaban de lugar en lugar cuando él tenía una propiedad en Brandsen, haciendo hincapié en que el destino de Maradona hubiese sido otro de haber estado en otro lugar.
"Que no hubiera acompañante terapéutico, que no hubiera una ambulancia, que viviera en una casa con un baño químico, que no hubiera un desfibrilador, que no hubiera un tubo de oxígeno, que no hubiera las medidas mínimas", enumeró Baqué sobre las deficiencias que pudo haber desembocado en su muerte.
Por último, el abogado dijo que "el efecto colateral de la medicación que le daban es acelerar el ritmo cardíaco", aunque aclaró que "Maradona no tomaba ni en condiciones normales ni con esta medicina un betabloqueante".
