En plena investigación por la muerte de Facundo Astudillo Castro, cuyo cadáver fue hallado en agosto del año pasado en un cangrejal de la localidad bonaerense de General Cerri, la Justicia allanó el puesto policial de Teniente Origone, donde había sido encontrado un amuleto suyo.
Con las pesquisas, los investigadores encontraron distintos rastros en el interior del destacamento policial, que deberán ser sometidos a peritajes. En específico, la prueba de luminol realizada durante el allanamiento arrojó pruebas biológicas que se analizarán en laboratorios.
Las muestras fueron obtenidas en la última etapa del operativo realizado en la jornada de ayer, en el puesto policial de Teniente Origone, donde el año pasado se encontró un amuleto de Facundo Castro, tal como reconoció su mamá, Cristina Castro.
Facundo, de 22 años, desapareció el 30 de abril del año pasado, cuando en plena cuarentena, salió de su casa de Pedro Luro para ir a ver a su novia a Bahía Blanca y encontraron su cuerpo el 15 de agosto, luego de tres meses de búsqueda.
La última vez que lo vieron con vida, unos efectivos policiales lo subían a una camioneta en medio de la ruta, por lo que el allanamiento al destacamento policial a cargo del control de tránsito ese día era una pericia clave en la causa.
En ese sentido, el abogado de la mamá de Facundo, Leandro Aparicio, informó que en el allanamiento "se detectaron cuatro o cinco rastros con la prueba de luminol” como “dentro del calabozo, en las paredes y en un caño que estaba abajo de un colchón, por lo que se hizo el respectivo hisopado".
"Obviamente deberán ser sometidos a pericias", añadió el letrado sobre las muestras levantadas en la pesquisa y explicó que, "cuando se pasa el luminol, si hay rastros biológicos, los detecta, por lo que se hace un hisopado para levantarlos".
En ese marco, Aparicio recordó que es necesario analizarlos "para saber si se trata de sangre, orina, sudor, lavandina, detergente, sangre de perro o savia de árbol", en relación a la posibilidad de que los rastros no sean concluyentes para saber qué pasó con Facundo el día que desapareció.
"Estamos conformes con lo que se hizo, esperamos mucho tiempo esa pericia que fue injustamente denegada", evaluó el letrado y destacó que otra de las evidencias encontradas en el lugar fue un fragmento de piedra turmalina.
En vistas de ese nuevo elemento, Aparicio aclaró que la piedra será analizada con el fin de determinar "si se complementa o tiene relación con la que se halló en el móvil (Toyota) Etios" de la Policía Local meses atrás o si pertenecía a un colgante que llevaba Facundo.
En el marco del allanamiento realizado durante toda la jornada de ayer también se hallaron trozos que podrían ser de calzado y sedimentos, por lo que se esperan los informes periciales para resolver los elementos de prueba de la investigación judicial.
Por su parte, la abogada de la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), Margarita Jarque, aclaró que se hizo la prueba con luminol en una especie de depósito contiguo y en el calabozo de la dependencia, donde "hubo algunas reacciones ante lo que podrían ser muestras de carácter orgánico pero también podrían no ser".
El allanamiento realizado ayer fue en tres etapas. Primero ingresaron los Gendarmes asignados al operativo, luego el perro Yatel, perteneciente al entrenador Marcos Herrero y contratado por la madre de Facundo, y finalmente se realizó el examen con luminol.
Las fuentes detallaron que el can marcó un colchón que estaba junto a restos de basura y papeles en un antiguo calabozo de la dependencia y, al levantarlo, cayó al suelo un pequeño trozo de piedra turmalina.
Por lo mismo, Jarque recordó que la turmalina es una piedra similar a la que Facundo y varios amigos tenían en un colgante, en alusión a una cervecería que llevaba ese nombre, en la que el joven trabajaba.
Cabe destacar que del operativo participaron más de una docena de efectivos de Gendarmería Nacional, bajo la supervisión de los fiscales Andrés Heim y Horacio Azzolin, quienes investigan la presunta responsabilidad policial en una "desaparición forzada seguida de muerte" de Facundo.
La diligencia había sido fue ordenada por el juez Federal 1 de Bahía Blanca, Walter López Da Silva, tras la resolución de la Cámara Federal de Apelaciones de ese distrito dictada el pasado viernes.
Al igual que Herrero y Aparicio, también estuvieron presentes Cristina Castro, el abogado Luciano Peretto, la perito forense de parte, Virginia Creimer, y la abogada Jarque.
Tanto la madre de Facundo como los abogados, están convencidos de la responsabilidad policial en lo sucedido con el joven, quien, según la autopsia, sufrió una muerte por asfixia por sumersión.
