Este lunes se cumple un año del femicidio de Claudia Beatriz Repetto (53), atacada a golpes y enterrada viva en la ciudad de Mar del Plata, y sus familiares convocaron a la comunidad a marchar por el centro de la ciudad costera para reclamar justicia.
La movilización, prevista para las 18:00 horas, será en el centro de la ciudad balnearia, en el Monumento a San Martín, y el principal reclamo de la familia y amigos de Claudia se centra en que finalmente se condene a prisión perpetua a su expareja, quien confesó el crimen.
"Después de un año, toda la familia sigue destrozada”, contó Cristian González, uno de los cuatro hijos de Claudia y recordó que su “mamá era única, chiquita, miedosa, super tierna y jodona, y sigue siendo difícil aceptar que le hayan hecho esto”.
En ese sentido, Cristian insistió en que no van a cansarse “de pedir una condena a perpetua" para Alberto Rodríguez (57), el exnovio de Claudia que atacó a la mujer en su casa, unos minutos antes de que ella saliera a encontrarse con un amigo.
Cabe recordar que Repetto fue atacada el primero de marzo de 2020 por Rodríguez, en un inmueble del barrio Termas Huinco en el que ambos eran vecinos, mientras un compañero de las clases de folklore, a las que asistía Claudia, la esperaba afuera en una camioneta para ir a cenar.
De acuerdo con la investigaión, cuando el amigo de Repetto estacionó frente a la casa, ubicada en Don Orione al 1500, recibió un mensaje de texto enviado desde el teléfono de ella, que le llamó la atención por las faltas de ortografía.
"Estoy muy cansadas otro día beso. Chua otro dia mejor" (sic), decía el mensaje, que generó incertidumbre en el amigo de Repetto. A la mañana siguiente, los hijos de Claudia se enteraron de que su madre no se había presentado en el hotel en el que trabajaba.
Con ambos sucesos, la familia de Claudia difundió un pedido de búsqueda por su desaparición a través de las redes sociales. Según contó Cristian, desde que denunciaron la desaparición sospecharon de la ex pareja.
Es que, tal como describió el Cristian, su mamá había terminado siete meses antes una relación de un año con Rodríguez, que los familiares consideraban "tóxica y violenta, algo que aparentemente el hombre no aceptó de buena manera.
Con la pista de Rodríguez y la búsqueda de Claudia, el fiscal que intervino inicialmente en el caso, Fernando Castro, titular de la Unidad Funcional de Instrucción 1 (UFI 1), ordenó un primer rastrillaje en la reserva natural del Puerto, en Mar del Plata.
La pesquisa estuvo fundada en que un hijo de Rodríguez informó a la Policía de que su papá lo había llamado horas antes para avisarle que le había dejado los papeles de una moto en una piedra del lugar, antes de perder contacto con él.
Sin resultados pese al uso de botes, buzos y drones, la búsqueda se amplió a distintos puntos de la ciudad y movilizó a un centenar de efectivos de fuerzas de seguridad provinciales y federales, para encontrar indicios del paradero de Claudia.
En el cuarto día de rastrillajes, los efectivos encontraron los documentos de la mujer en una pila de basura, a unas 20 cuadras de su casa, y el personal policial localizó una pala en una zona arbolada de la ruta que conecta Mar del Plata con Miramar.
A pesar de los avances, pasaron casi tres semanas sin sumar más rastros y el fiscal cambió la carátula de la investigación e imputó a Rodríguez por el delito de "homicidio de una mujer agravado al ser cometido mediando violencia de género".
La decisión de Castro se sustentó en elementos surgidos en una comunicación intervenida que tuvo el imputado con una familiar. Con la acusación formal, la noche del viernes 27 de marzo de 2020, allegados de la mujer interceptaron a Rodríguez en la vía pública y lo retuvieron hasta que llegó la policía.
El acusado confesó el femicidio a la mañana siguiente al ser indagado por el fiscal, y dijo que había enterrado el cadáver en Acantilados, a metros del lugar donde había sido hallada la pala tres semanas antes.
En su indagatoria, Rodríguez confesó que se puso “celoso porque se iba a ver al tipo de la camioneta blanca”. “Me agarró algo por dentro y no me acuerdo que pasó”, explicó el femicida.
"La enterré con una pala que llevé desde mi casa, había como un pozo", explicó Rodríguez sobre su acciones, y a partir de su relato, el cuerpo de Claudia fue encontrado a la altura del kilómetro 535 de la ruta 11.
Rodríguez fue imputado por el delito de "homicidio agravado por el vínculo y por haber mediado violencia de género", por el femicidio de Repetto y, la semana pasada, a pocos días del aniversario del crimen, se solicitó la elevación a juicio oral.
El pedido estuvo a cargo del fiscal que finalmente llevó adelante la investigación, Leandro Arévalo, titular de la UFI 7, que pidió a la Justicia de Garantías que Rodríguez sea llevado a juicio oral.
El fiscal dio por acreditado que el acusado "le propinó diversos golpes de puño" a Claudia, "especialmente en la cabeza y el rostro” lo que “le produjeron múltiples equimosis y causaron un estado de inconsciencia”.
En su escrito, Arévalo argumentó que el exnovio de Claudia causó su muerte, si a los golpes se suma “la posterior manipulación del cuerpo por parte de Rodríguez”, que “derivaron en el fallecimiento" por "asfixia a raíz de la broncoaspiración".
El aniversario por el crimen de Claudia se condice con las cifras alarmantes de 47 femicidios y transfemicidios en lo que va de 2021 al 28 de febrero, además de 64 casos de intentos de homicidios por la condición de género en todo el país, según el Observatorio “Mujeres, Disidencias, Derechos”.
Al respecto, desde la entidad denunciaron que “el 94% de los femicidas eran conocidos por las víctimas -64% parejas y ex parejas-, mientras que en el “70% de los casos”, los crímenes “se ejecutaron en la vivienda de la víctima o vivienda compartida”.
