martes, abril 23, 2024

Le desvalijaron el departamento y la inmobiliaria se lavó las manos: “Me sentí violada”

Luego del robo, Camila Marchetti le pidió a la inmobiliaria Miranda Propiedades que adopte medidas de seguridad y se negaron. La desesperación de otra víctima de la inseguridad que no encuentra respuestas.

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Camila Marchetti, una joven estudiante de 23 años de La Plata, se convirtió en otra víctima de inseguridad. Hace algunos días regresó de trabajar, como hace habitualmente, y se encontró con una triste sorpresa: su departamento y los otros dos de su piso, habían sido completamente desvalijados.  

Cuando se recuperó del impacto que le generó ver su casa dada vuelta y enterarse que los  delincuentes habían escapado a plena luz del día con los “ahorros de toda su vida”, la joven que está a poco de recibirse de contadora pública llamó a la inmobiliaria para demandar más medidas de seguridad.  

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Sin embargo, se topó con la resistencia de la inmobiliaria Miranda Propiedades, que le alquila el inmueble pero además tiene a cargo la administración del edificio, de implementar mecanismos de seguridad, con la excusa de que “hay personas del edificio que deben expensas”. La empresa, sin rodeos, se lavó las manos.

“Abrí las dos puertas del edificio y entre con normalidad, como siempre, sin notar nada raro. Al subir a mi piso, que es el segundo, encuentro a dos vecinos hablando y las puertas de los tres departamentos de ese piso abiertas”, relató Camila a Diputados Bonaerenses sobre ese trágico día que quedará marcado en su memoria.

 

Los rastros del robo. La puerta de ingreso al departamento, forzada. 
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La víctima además precisó que los vecinos de su piso le contaron que “está situación fue recurrente en el presente año, habiendo ocurrido al menos tres robos de una forma similar”. “Es por eso que creemos que alguien del edificio hace copias de la llave o un ex inquilino está cometiendo los robos”, agregó.

Miranda Propiedades no quiso hacerse cargo de las puertas. Tampoco tenemos ningún tipo de solución ni un compromiso de su parte de reforzar medidas de seguridad, ya que el edificio no cuenta ni con llave magnética, ni rejas en las puertas, ni cámaras de seguridad, ni alarma, ni nada”, cuestionó la inquilina.

 

El interior de uno de los tres departamentos desvalijados. 
 

Camila, que trabaja para solventarse el último tramo de la carreta en la Facultad de Ciencias Económicas de La Plata, aseguró que vivió un “verdadero shock” al ver que fue despojada de los ahorros que juntaba desde los 17 años dando clases de patín y de la computadora que usaba para estudiar.

“Me robaron mucha plata en dólares que juntaba desde chica. Me robaron la computadora en la que tenía todo lo de la facultad. Encontré la casa dada vuelta, limpié y desinfecté todo, pero me siento como violada, estaba todo toqueteado y tirado”, agregó.

Camila se quejó de la falta de respuestas de la inmobiliaria Miranda Propiedades: “No se quieren hacer cargo ni de arreglar la puerta tuvo que venir mi papá que llegaba de viaje a resolverme el problema, ni siquiera eso hicieron”. “Estoy en una situación que no sé qué hacer”, consideró.

 

Copia de la denuncia policial de la víctima. 
 

La joven junto a sus vecinos estiman que el “entregador” es alguien que vivió o que vive en el edificio, dado que ninguna puerta de afuera estaba forzada, y que entregó o vendió las copias de las llaves de ingreso al edificio. Si es alguien de adentro no sirve de nada cambiar la cerradura”, se lamentó.

Luego de todo ese mal trago Camila realizó la denuncia ante la Policía de la provincia de Buenos Aires, en donde detalló todos los elementos robaros por los delincuentes. Con el pasar de las horas se desvanece la posibilidad de recuperar su dinero y pertenencias, sin embargo el reclamo sigue.

La víctima busca, todavía sin éxito, que la inmobiliaria Miranda Propiedades les dé una respuesta a los inquilinos. Se trata de ni más ni menos, del acompañamiento que cualquier cliente quisiera tener ante una situación tan traumática. Por ahora el gesto no llega y las medidas de seguridad tampoco.

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