Los temblores financieros que agitaron la economía hace diez días parece no solo haber afectado el tipo de cambio, las tasas de interés y la macroeconomía en general, sino también la agenda legislativa de Cambiemos en el Congreso de la Nación.
Proyectos anunciados hace tiempo por el oficialismo duermen en los escritorios del Poder Ejecutivo y no desembarcan en ninguna de las dos Cámaras. Algunos de ellos son la regulación del financiamiento de las campañas electorales, la nueva ley de ética pública y la agenda de género.
Las iniciativas sobre reforma judicial, como la modificación de la ley del Consejo de la Magistratura, también avanzan a paso lento. Tampoco llega la anunciada reforma al Código Penal ni el nuevo régimen de imputabilidad de menores.
En el Senado, los legisladores congelaron la sanción de la ley sobre extinción de dominio y mantienen vacante el cargo de defensor del pueblo. La Cámara alta tiene pendiente, además, la sanción de los tres proyectos de ley sobre desburocratización del Estado.
En tanto, desde el oficialismo niegan que haya una intención premeditada de demorar el debate, aunque sí admiten que la crisis financiera dejó al Gobierno sin reflejos políticos para reinstalar su agenda, que estiman se reactivará después del Mundial de fútbol.
Por el momento, el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) se prevé como la próxima gran batalla. El kirchnerismo anunciará en los próximos días la convocatoria a una sesión especial para reclamar que dicho acuerdo, para entrar en vigencia, deba contar con la previa autorización del Congreso.
