Hasta hace muy poco las medidas tomadas por Mauricio Macri parecían no hacer mella directa en la imagen de la gobernadora María Eugenia Vidal. Era impensado meses atrás que la toma de deuda con el FMI, las corridas del dólar o la suba de la inflación fueran a cachetear a la principal carta electoral de Cambiemos para 2019.
En este sentido, un puñado de encuestas -Management & Fit, D’Alessio IROL/Berensztein y Analogías- coindicen en los números de la caída: en la mayoría, la imagen positiva de Vidal cayó un 5% y la negativa creció cerca de 7%. En igual dirección opina la especialista en marketing político e imagen pública, Daniela Aruj.
“Sin dudas, la imagen de los gobiernos nacional y provincial han caído”, ratificó. Sin embargo, Aruj no descarta que sea “algo temporal” que se “pueda reconstruir con el correr de los meses”. “La Argentina está muy atada al valor dólar, por eso el incremento de la divisa y la inflación pueden detener el viento a favor”, explicó.
En una entrevista con el sitio Noticias Urbanas, la consultora en comunicación analizó cómo impacta el descontento con la economía en la imagen de Vidal y Macri.
– El declive de la imagen del presidente tuvo un efecto rebote y arrastró a María Eugenia Vidal ¿Considera que esto puede agudizarse en el futuro?
– María Eugenia Vidal siempre fue la mejor traccionadora de la imagen presidencial, aunque sabemos que con ello solo no alcanza y comienza la etapa en la que debe demostrar resultados tangibles. La gente que antes se conformaba con ser escuchada después de tantos años de olvido, ahora exige atención y obras, y eso se está demorando.
– ¿El Gobierno podría haber comunicado mejor cuestiones sensibles como el acuerdo con el FMI, la suba del dólar o el aumento de las tarifas? ¿O la estrategia fue la correcta?
– Primero, debemos diferenciar los problemas de gestión del Gobierno de los de comunicación. El Gobierno llega tarde con la comunicación, y la falla, quizá, sea producto de esperar sondeos y resultados de medición de impacto en la ciudadanía antes de salir a hablar públicamente. Esto, lógicamente, retrasa cualquier mensaje. Por otro lado, la comunicación de crisis es un aspecto que, hasta el momento, no deja de fallar.
– ¿Al Gobierno se le terminó el argumento de la “herencia recibida”?
– El argumento de la “herencia recibida” pudo haber sido efectivo en el primer año de gobierno y podría haberse utilizado mucho más con un diagnóstico claro en cada área de gestión. Hoy es totalmente extemporáneo. De aquí a mayo de 2019 solo queda empezar a mostrar resultados tangibles para el ciudadano medio, al que se le pide constantemente un esfuerzo.
– ¿Qué aspectos de la comunicación verbal y no verbal deberían mejorar Macri y Vidal?
– Macri sigue sin generar pasiones, mejoró muchísimo desde sus inicios pero no trasmite entusiasmo ni confianza, y en eso debe trabajar. María Eugenia Vidal tiene que mostrarse más fuerte, ya que estamos en etapa de ser más dirigente y menos escuchadora. Cuando demuestra fuerza, gana.
