La suba del petróleo y la devaluación del peso impactan de lleno en el precio de los combustibles en nuestro país. Por esa razón, el exministro de Energía, Juan José Aranguren, había anunciado antes de su salida del gobierno un esquema de actualizaciones graduales tras el bimestre mayo-junio.
Las subas se darían a partir de este mes y serían del orden del 3% pero, en realidad, la actualización fue superior a esa estimación. Llegó al 5% y la primera en aplicarla fue YPF, la mayor petrolera del país, bajo control del Estado.
En la provincia, la súper que se comercializaba a $29,63 pesos, pasó a $31,11; la infinia de $33,19 a $35,85; el diésel común que valía $24,38 a $25,60 y el diésel premium de $27,61 a $29,82.
Mientras que en Buenos Aires la nafta súper de YPF cuesta por litro $27,83, en comparación con los $26,50 que regían hasta el sábado; la premium pasó de $30,74 a $32,20, el gasoil de $23,05 a $ 24,20 y el gasoil premium de $26,95 a $29,01.
Se espera que el aumento sea seguido por las otras empresas en las próximas horas. El alza se suma al ya aplicado en el mes de junio que fue del 5 %.
