Aunque el secretario de Energía de la Nación, Javier Iguacel, había anunciado un aumento de entre 30% y 35% en las facturas de gas, las suban serán de casi el doble. Más de la mitad de los clientes –cerca del 55%- pagará una suba de entre 56% y 60% por los metros cúbicos que consuma en Capital Federal y el Conurbano bonaerense.
Además, desde enero, los usuarios tendrán que hacerse cargo de una deuda contraída por las distribuidoras con las productoras como consecuencia de la devaluación del peso. Por los saltos del dólar, que pasó de $20 a 38, las distribuidoras contrajeron una deuda en torno a los $ 10.000 millones. El Gobierno decidió que lo paguen los usuarios.
El Enargas publicó ayer el nuevo cuadro tarifario que regirá hasta abril de 2019 y achica la brecha de precio entre el gas que pagaban los clientes residenciales en relación a los usuarios más humildes. En abril de 2018, los hogares R1-R2, los de menores ingresos, pagaban una factura de $ 900; ahora, en cambio, no desembolsarán menos de $ 1.500.
Esta clase de hogares representa un más de la mitad del total (55%), según datos oficiales y de las empresas distribuidoras. En tanto, el costo fijo de las boletas subirá en un 20%, pero el variable -el consumo- se incrementará entre 55% y 60%. Como en las facturas este componente pesa más que el fijo, la suba en el bolsillo excederá el 50%.
