El presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, emitió una resolución que apunta a aquellos legisladores que deben abandonar sus respectivas oficinas para el próximo 10 de diciembre.
La medida pretende evitar las discusiones que se producen cada dos años cuando son asignados los nuevos lugares para los que llegan al recinto. La distribución y asignación de los despachos, según consta en el artículo uno, estará a cargo del secretario general de Monzó, Guillermo Bardón.
“La desocupación y restitución en tiempo y forma por parte de los señores Diputados Nacionales de los despachos oportunamente asignados, junto con el mobiliario provisto y los respectivos juegos de llaves, será un requisito previo de cumplimiento ineludible para la percepción de la liquidación”, sostiene el artículo 6 de dicha resolución.
Se establece un plazo máximo de cinco días para que la entrega de llaves de quienes cumplen su mandato. “Vencidos los plazos establecidos sin que se hubiese producido la correspondiente restitución del despacho, la Honorable Cámara de Diputados de la Nación dispondrá las medidas necesarias para efectuar la correspondiente desocupación, a fin de poder reasignar dicho despacho al cumplimiento de otras necesidades”, remarca la disposición que multa con sumas que van entre 80 mil y 90 mil pesos.
El último episodio resonante fue el que protagonizó Máximo Kirchner, cuando a fines del año pasado fue removido de su despacho y luego se dispuso a ocupar el mismo quitando la faja de seguridad. En ese momento se vivieron momentos de tensión cuando allegados a Máximo se turnaban día y noche para no ser desalojados.
