En los próximos meses los inquilinos deberán soportar una nueva ola de tarifazos, subas en expensas y renovaciones, mientras el proyecto de la nueva Ley de Alquileres, que impulsó el propio Mauricio Macri, naufraga en el Congreso de la Nación.
Los cruces y diferencias están en marcados en un fuerte lobby de las asociaciones de martilleros e inmobiliarias de la Ciudad y la Provincia, que amenazan con frenarla si es sancionada, y advierten que tendrá un impacto negativo en la actividad.
En la Cámara de Diputados quienes promueven la iniciativa busca incluirla en el orden del día de la sesión del próximo miércoles 21, probablemente la última vez que los legisladores pisen el recinto este año.
“Estamos trabajando para hacer cambios en el recinto, que mantienen la base del dictamen pero buscan asegurar el consenso para que salga la ley”, confirmó a un diario porteño el oficialista Daniel Lipovetzky, titular de Legislación General.
En el caso de la bancada peronista de Argentina Federal adelantaron diferencias. “Estamos tratando de tener consenso. El bloque está dividido por ahora pero todavía no hablamos en profundidad”, precisó el salteño Javier David a Clarín.
El problema es que aún si obtiene media sanción en la Cámara baja, desde el Senado admiten no se tratará hasta 2019. Pero el proyecto, originalmente presentado en 2016 por la rionegrina Silvina García Larraburu, podría tener un destino aún pero.
Si no ingresa en el temario del próximo 21 en Diputados, el texto directamente perdería estado parlamentario. Eso habilitaría a Cambiemos a impulsar una iniciativa con firma propia. Cualquiera sea la variante, los inquilinos deberán esperar un año más.
