El titular de la cartera de Economía bonaerense, Hernán Lacunza ratificó ayer, en su paso por la Bicameral de Presupuesto del Senado, la decisión de la gobernadora María Eugenia Vidal de avanzar sobre los dos temas más resistidos de la Ley Impositiva.
El primero es la suba del 38% del impuesto inmobiliario rural. En este sentido, Lacunza afirmó que “la suba se compensa con la reducción de Ingresos Brutos” y que, además, “se seguirá eximiendo a los pequeñas productores agropecuarios de hasta 50 hectáreas”.
Según los cálculos del titular de Hacienda la baja de la alícuota del gravamen sobre los Ingresos Brutos “representa una eximición de $2.500 millones para el sector rural”.
Las entidades agropecuarias criticaron fuerte la medida al conocerse la letra chica del proyecto. Incluso, llegaron manifestar su enojo personalmente al diputado de Cambiemos Guillermo Castello durante la mesa regional de CARBAP en Balcarce.
“Con este incremento, hay actividades a las que se les complica. La capacidad contributiva está agotada”, sintetizó luego de ese encuentro el tesorero de la entidad, Horacio Salaverri.
Por otra parte, Lacunza reafirmó la intención de aumentar la presión impositiva al juego con “la creación de un impuesto para desalentarlo”. Para las máquinas tragamonedas el gravamen “será del 2% sobre los premios”, precisó.
Además, detalló que para “equipararlas con las empresas del sector”, los sitios de agencias de apuestas online pagarán un 34 por ciento de canon y un 15 de Ingresos Brutos. Esta medida reportaría ingresos adicionales por $2500 millones.
El que salió al cruce durante la presentación del economista fue el senador de Unidad Ciudadana Sergio Berni. “Me parece desafortunado, imprudente e inmoral”, sentenció durante la conferencia de prensa que brindaron desde su bloque.
“No podemos aceptar que la Provincia para saldar sus deudas, piense en recaudar más, generando mayor dependencia de nuestros bonaerenses al juego, es una adicción tan o más peligrosa que la drogadicción”, cuestionó.
