El déficit habitacional de la provincia de Buenos Aires es un problema que viene de arrastre y que engloba a todas las gestiones que estuvieron al frente del territorio más populoso del país. Se calcula que uno de cada tres bonaerenses tiene necesidades insatisfechas.
En este sentido, una de las piezas claves en el armado de la gobernadora María Eugenia Vidal es el ex intendente de San Nicolás Ismael Passaglia, que asumió al frente del Instituto de la Vivienda a mediados de 2017, cuando pegó el portazo de las filas del peronismo.
Este medio día, el funcionario provincial compartió la entrega de 42 casas con el intendente de Berisso Jorge Nedela y evaluó en diálogo con Diputados Bonaerenses el segundo año de su gestión al frente del Instituto. En esta dirección, Passaglia detalló que entregaron “11.500 escrituras, y 2.200 viviendas durante este año”.
“El déficit habitacional en la provincia es muy grande y en la mayoría de los casos es muy difícil terminar las obras iniciadas porque están vandalizadas, deterioradas o abandonadas. Estamos preparados para que el año sea mejor pese a las dificultades económicas”, detalló Passaglia a este medio.
Actualmente, la Provincia tiene un volumen de cerca de 7 mil viviendas en ejecución, la mayoría están en etapas adelantadas y, según los cálculos del nicoleño, avanzan a un ritmo de un 8% mensual. Asimismo, las obras más grandes se concentran en Florencio Varela, San Miguel, Berazategui, José C. Paz y La Matanza.
Passaglia reconoció que serán pocos los emprendimientos nuevos y afirmó que el trabajo estará centrado en concretar los planes ya inciados. “Queremos que el año que viene sea mejor para duplicar la entrega de escrituras y adjudicar cerca de 3.500 casas”, precisó el funcionario.
