La crisis de la industria automotriz no tiene techo. En 2018 las suspensiones y los despidos superaron los 10 mil, lo que generó un efecto cascada para las autopartistas que prevén a las terminales. En diciembre el uso de la capacidad instalada fue apenas de 25,6%.
Ahora PSA Peugeot comunicó que desde hoy la totalidad de la plantilla de operarios de la planta ubicada en El Palomar –cercana a los dos mil- será suspendida por un período de dos meses.
“Se valen de la caída del consumo para atacar a los trabajadores, aduciendo una crisis que no han demostrado, en la misma línea que Madanes Quintanilla, Coca Cola y otras empresas”, aseguraron los trabajadores.
El acuerdo al que llegó la firma con la UOM 3 de Febrero, gremio que representa a casi la totalidad de empleados de la planta, es que cobren en esos dos meses el 75% del salario básico y así evitar cesantías.
En diciembre del año pasado el titular del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA), Ricardo Pignanelli, ya había advertido que “en los próximos meses se van a perder 15 mil puestos de trabajo en el sector automotriz”.
El mismo camino emprendieron las empresas General Motors, Ranault, Fiat, Volkswagen y Ford que suspendieron empleados, cerraron turnos y cancelaron líneas de trabajo. Uno de los cierres que impactó en la provincia fue el de Metalurgica Tandil.
Por su parte, Fate presentó un Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC) ante la Secretaría de Trabajo que prevé el despido de 437 trabajadores, es decir a una cuarta parte del personal que presta servicios en su planta de San Fernando.