Tras la puesta en escena donde Maurio Macri se mostró preocupado por las penurias económicas que atraviesan los argentinos y lanzó una serie de medidas que fueron ampliamente cuestionadas, el Presidente cargó los palos de golf, se subió a un avión y marcho hacia un lujoso destino en Córdoba.
Sin embargo, el apego del primer mandatario al tiempo de ocio no es una novedad si se tiene en cuenta que desde diciembre de 2015 acumula más de cuatro meses de vacaciones. En helicóptero oficial, Macri desembarcó en el country Potrerillo que cuenta con 170 hectáreas y una cancha de golf de 18 hoyos.
Tras los anuncios económicos de ayer, Macri se vino a Córdoba de vacaciones https://t.co/G0dyQ1bj21 pic.twitter.com/D6kbloED6z
— Pablo Petovel (@pablopetovel) April 18, 2019
Según la etimología de la palabra alivio significa aligerar o quitarse el peso de algo. En este contexto, los dichos del Presidente en la casa de la “vecina repetida”, invitan a pensar que tras los anuncios Macri se sintió más liviano y buscó su propio plan alivio.
Por esas aliteraciones de la historia argentina hace 32 años mientras se gestaba el primer levantamiento carapintada, que luego desembocaría en la ley de Obediencia Debida, el ex presidente Ricardo Alfonsín viajaba a Chascomús para descansar con su familia.
Pocas horas después, cuando un grupo de oficiales intermedios tomó el mando de la Escuela de Infantería de Campo de Mayo en apoyo al declarado en rebeldía mayor Ernesto “Nabo” Barreiro, debió volver a Buenos Aires de urgencia, a bordo de un helicóptero.
El final de ese episodio que hizo tambalear la democracia dejó una frase que se impregnó para siempre de sorna y una cierta amargura y que por estas horas toma un sentido particular en medio del descanso presidencial: “Felices Pascuas. La casa está en orden”.
