Apenas pasaron unas horas desde que el ex ministro de Economía Roberto Lavagna acusara a Juan Schiaretti de “acordar” con Mauricio Macri y asegurara que su incursión en Alternativa Federal era un “capítulo cerrado”.
“Los puntos que acordaron Schiaretti y el presidente son los puntos de Macri. Estaban concentrados en el ajuste fiscal y pago a acreedores y ni una palabra de crecimiento ni inversiones”, había dicho en la noche del miércoles.
Pero la calesita giró a toda velocidad y hoy Lavagna volvió a dejar la puerta abierta al afirmar que “no hubo ruptura” con el peronismo conversable y que está “el diálogo abierto”.
El exfuncionario también envió un mensaje con doble destinario: al cordobés Schiaretti por su festejado encuentro con Macri y a Sergio Massa, que pide una gran interna opositora que incluya a la fórmula Fernández-Fernández.
“Las puertas están abiertas. Consensos tiene una posición tomada que es ni la del gobierno ni la de la expresidenta. Si no es un rejuntado sin sentido, sin programa, sin ideas”, destacó.
En este sentido, su piboteo parece tener sentido en la necesidad de darle alguna fuerza a la tercera vía después del golpe que le asestó Cristina Kirchner el sábado pasado tentando a Massa y arrastrando a los gobernadores.
En Cambiemos consideran que la escisión del economista, que secundado por el socialismo y un sector del radicalismo rebelde, le quita votos a la oferta electoral del oficialismo. En cambio, dentro de AF refuerza la avenida del medio.
“Alternativa Federal es como el agua fría del calefón, regula la temperatura”, graficó en las últimas horas un diputado con despacho en la Legislatura bonaerense a este medio.
