viernes, marzo 29, 2024

La campaña del avestruz: otro confuso tiroteo entre policías enmudeció a Ritondo

En las últimas horas se produjo un nuevo episodio que involucra a ambas fuerzas y terminó con un oficial internado y otro herido.

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Meses después del tiroteo entre efectivos de la Federal y la Bonaerense que terminó con un jefe policial muerto en Avellaneda, otro episodio con balas y heridos involucra a ambas fuerzas. Nuevamente se abren una serie de especulaciones, sobre una posible interna entre María Eugenia Vidal y Mauricio Macri.

En este caso, los efectivos policiales se tirotearon en el kilómetro 301 de la Ruta Nacional 3, en Azul, donde Diego Coronel de la DDI de esa ciudad recibió un balazo en el abdomen y el oficial de la Federal Sergio Ferreyra fue herido en la pierna y el tobillo.

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La versión oficial asegura que ambos agentes participaban del mismo operativo para capturar a un narcotraficante pero no se habían comunicado entre las fuerzas para efectuar el arresto. En Avellaneda, donde murió el comisario Hernán David Martin se dijo lo mismo.

Rápidamente el fiscal de Delitos Especiales de Azul, José Calconge, tomó intervención en la investigación del hecho y dispuso que los peritajes los lleve a cabo la Gendarmería Nacional. Asimismo, el magistrado cuenta con los registros de las cámaras de seguridad.

Pero no se trata del único elemento que permite relacionar ambos casos. En el episodio ocurrido 29 de marzo en el shopping Avellaneda, que provocó un gran revuelo en el mundo de la política, los efectivos de La Federal actuaron vestidos de civil y sin ningún tipo de identificación. En Azul ocurrió lo mismo.

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Otro punto de contacto es la falta de comunicación entre ambas fuerzas. La pregunta que se presenta es cómo es posible que no exista coordinación entre los equipos de la ministra Patricia Bullrich y su par bonaerense Cristian Ritondo ante un operativo de tal magnitud.

En este orden de razonamiento, si se le da curso a la versión oficial, cuanto menos el caso expone una grave y peligrosa desinteligencia. Si, en cambio, se descarta esa postura, queda flotando en el escenario la hipótesis de una autodestructiva interna política.

Según pudo saber Diputados Bonaerenses, en el caso del tiroteo de Avellaneda operaba de fondo la feroz pelea que desató entre Macri, Horacio Larreta y Vidal la red de espionaje ilegal del falso abogado Marcelo D’Alessio. Es conocido que en los papeles que el juez Alejo Ramos Padilla secuestró aparecieron seguimientos a Vidal.

 

LA CAMPAÑA DEL AVESTRUZ

 

Hasta ahora ante el confuso tiroteo de Azul, al igual que las primeras 48 horas del episodio de Avellaneda, Ritondo mantuvo un llamativo silencio. Pero ahora la peculiaridad es que el ministro es candidato a primer diputado nacional por la provincia, acompañando a Vidal.  

En este sentido, Ritondo fue ganando protagonismo en la campaña bonaerense a través de actos con la Gobernadora y un raid por los medios de comunicación. Justamente, la Seguridad es una de las patas en que se apoya el discurso de Vidal en estas elecciones.

Del mismo modo, el funcionario bonaerense se mostró activo en las redes sociales con críticas a los candidatos del Frente de Todos Axel Kicillof y Verónica Magario. ¿Qué hiciste con los más de $2 millones y medio que recibiste por cada escuela?”, cruzó a la intendenta de La Matanza.

Pese al asiduo contacto con los medios, todavía a mas de 24 horas del turbio operativo que terminó con dos policías heridos –uno en carácter de grave- el ministro y candidato de Vidal en la Provincia no emitió declaración alguna. Otra vez Ritondo juega a la estrategia del avestruz. Pero esta vez en plena campaña.

En paralelo, el ministro de Vidal quedó en los últimos meses en el centro de la escena por la tragedia de San Miguel del Monte donde murieron cuatro chicos y los casos de gatillo fácil de Diego Cagliero en Tres de Febrero y de Matías Leonel Alderete en La Matanza.

 

LOS CABOS SUELTOS EN AVELLANEDA

 

1- Los disparos que no fueron: de las tres filmaciones que constan en el expediente que se tramita en Avellaneda surge que el comisario Martín no inició los disparos que desencaderon en el tiroteo fatal como aseguraron en su momento Bullrich y el titular de La Federal, Néstor Roncaglia.

 

2- El choque que no existió: otra incoherencia que surgió en la causa es que mientras en el acta de procedimiento confeccionada por “Los Federicos” consta que “Martín chocó con su auto a los dos agentes que intentaban detenerlo”, ese hecho tampoco aparece en los videos de las cámaras de seguridad.

 

3- El “fusilamiento”: Según el informe preliminar de autopsia, que firma la doctora Patricia Elizabeth Ares, perito instructor médico del Ministerio Público Fiscal, el cuerpo del jefe policial de La Bonaerense presentaba siete impactos de bala, dos de ellos en el cuello y la cabeza.

En este sentido, es por demás llamativo que además de no iniciar el tiroteo Martín, según la documentación que consta en la causa, haya recibido los disparos “de atrás hacia adelante y de arriba hacia abajo”.

Es decir, si los datos se corroboran se estaría en presencia de una lisa y llana “ejecución”. Justamente, la viuda del policía asesinado, Sandra Ojeda, intenta demostrar su inocencia porque “fue ejecutado de siete balazos por la espalda”.

4- Los fajos fotocopiados: Por si acaso no alcanzaran todos estos elementos, se registró otra grave anomalía en el operativo. Si bien el relato oficial informó que a los policías bonaerenses detenidos se le secuestró un sobre con $170 mil esto tampoco sería así.

En el acta de procedimiento confeccionada por La Federal se mencionaría que la suma hallada en el lugar del hecho fue de “dos mil cuatroscientos pesos, en un billete de mil, uno de 500, tres de 200 y cuatro de 100”.

Sin embargo, como la persona que denunció la presunta extorsión habló de $200 mil “se tomaron fotocopias color de los billetes originales para representar los fajos de dinero correspondientes a una suma semejante”.

Es decir, la mayoría de los fajos que aparecen en las fotos que exhibió La Federal serían truchos. No se sabe si el dinero se entregó realmente, si nunca llegó a manos de los efectivos o si fue sólo un señuelo para atraparlos.

 

5- Un arma dudosa: otra curiosidad es que el arma utilizada por los federales apuntados como autor de los disparos, el cabo primero Claudio De Carlo, no fue retenida en el lugar del hecho sino que fue enviada horas más tarde a la fiscal Garibaldi.

Además, finalmente la pistola que fue incorporada a la causa es una Glock calibre 40, cuando se esperaba que fuera una pistola 9 milímetros –la pistola reglamentaria que utilizan las fuerzas de seguridad.

 

6- Una narco valiente: A todo esto se le suman otras interrogantes que planteó este medio e incluso dejaron correr desde el entorno de Vidal. Es una pregunta que nadie puede responder: ¿por qué la mujer acusada de narco y extorsionada por La Bonaerense denunció el hecho en una fiscalía a riesgo de quedar presa?

“¿Dónde viste una mina transa de otro país que vaya a una fiscalía a denunciar?” y “ellos tienen una delegación ahí, ¿vos pensás que no saben quién vende droga?”, plantearon desde el entorno de Vidal a los días de ocurrido el asesinato.

 

7- El blindaje de Bullrich: cerca de la ministra Bullrich justifican el blindaje como una orden de la fiscal Soledad Garibaldi que “desconfía” de la policía de Vidal. Pero si efectivamente sospechaba que detrás de la maniobra había policías, ¿por qué no convocó a la Auditoría General de Asuntos Internos (AI) de La Bonaerense?

En rigor, no está obligada a hacerlo. Sobre todo si quieren evitar una filtración. En la práctica suele pasar lo contrario. De hecho, esta misma fiscalía pidió la colaboración de la AI en un reciente procedimiento con personal de una comisaría involucrada en un acto de corrupción con narcos.

En el plano político la incógnita es la misma, por qué motivo Bullrich no avisó a su par bonaerense sobre el operativo en marcha para evitar un golpe de efecto de tamaña magnitud en los albores de una campaña política que lo ubica como candidato a diputado nacional.

 

8- Federales de civil: otro elemento que llamó la atención y fue cuestionada por el propio Ritondo fue que los agentes federales actuaron sin identificación, vestidos de civil. “Acá hay un muerto y heridos, cuando tendría que haber un ex comisario corrupto preso”, se animó a cuestionar a los días el ministro de Vidal.

La defensa del comisario fallecido también puso el énfasis en este tema. “Quienes lo interceptaban eran personas vestidas de civil y con el pelo largo”, sostuvieron para argumentar que “puede ser lógico que Martín pudo pensar que se trataba de un intento de robo”.

 

9- Un jefe en la calle: otra de las dudas que deja el Operativo V es que sea Martín, una de las cabezas de la DDI Avellaneda Lanús, quien haya llevado adelante en persona el supuesto cobro de la extorsión. Generalmente no son los altos mandos quienes van a la calle a recaudar. 

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