La gobernadora María Eugenia Vidal volvió a hablar este domingo sobre el escándalo que desató en la política bonaerense los dichos del presidente de la Corte Suprema de Justicia bonaerense, Eduardo De Lázzari, que habló de “causas armadas”, “abuso de testigos”, “presiones” y “espías”, entre otras cosas.
“Lo único que declaré es que si esto está pasando que el Presidente lo denuncie, hay una responsabilidad de denunciar, el Procurador abrió una investigación para que se avance y esperemos que pase para ver si es cierto”, dijo Vidal en una entrevista con América TV.
De esta manera, la Gobernadora aclaró sus primeros dichos que tuvo sobre las graves apreciaciones que De Lázzari vertió en una charla con un centenar de jueces en campaña. “Si sabe que hay un delito, lo tiene que denunciar”, había salido a decir rápidamente la gobernadora hace una semana en la misma señal.
Horas después el Procurador General de la provincia Julio Conte Grand envió a iniciar una investigación, y la vicepresidenta del Concejo de la Magistratura de la Nación Marina Sánchez Herrero y el ministro de Justicia de la Nación Germán Garavano también le salieron al cruce al integrante del Máximo Tribunal.
En defensa de De Lázziri salieron varios actores de la oposición y magistrados, entre ellos se anotaron el bloque provincial de diputados kirchneristas, el ex juez Federico Arias, el ex fiscal federal Federico Delgado y el presidente de la Asociación de Magistrados de La Plata, Víctor Violini.
“Hemos sido muy contundentes durante todo este tiempo, ahora no hay impunidad para nadie. En tres años y medio en ninguna oportunidad tuvimos un conflicto de poderes, la Justicia en la provincia fue siempre independiente”, agregó Vidal durante la noche del domingo.
Justamente los cuestionamientos de De Lázzari apuntaron al estado “deplorable” de la Poder Judicial bonaerense, una mirada totalmente opuesta y en las antípodas a la de la Gobernadora. Para el supremo los tribunales provinciales son objetos de un “panorama que es absolutamente preocupante”.
“Estoy hablando de causas armadas artificialmente, de abuso de testigos de identidad reservada, de arrepentidos, de factores de presión que inducen, fomentados y fogoneados por ciertos medios de prensa, a dictar condenas mediáticas”, fueron sus textuales.
“Influyentes de todo tipo, espías, traficantes de escuchas telefónicas, con ciertas complicidades de algunos magistrados y miembros del Ministerio Público, terminan por generar un panorama que es absolutamente preocupante”, sostuvo De Lázarri en el pasaje más picante de la charla que dio.
En tanto, el titular del Máximo Tribunal precisó cuáles eran algunos de los casos a los que se refería: el del fiscal de Dolores Juan Ignacio Bidone, que le vendía información a la banda liderada por el falso abogado Marcelo D’Alessio, los aprietes de la AFI a los jueces Luis Carzoglio y Gabriel Vitale y el jury contra un fiscal, Oscar Acevedo.
