Carlos Barrese, más conocido como Carloncho, es uno de los tantos comerciantes que le ponen rostro a la crisis. El hombre de 80 años pasó de ser el pizzero más conocido de la ciudad de La Plata a dormir en un parador para personas en situación de calle de la fundación Sumando Voluntades.
Su historia es tan intensa como sorprendente. Carlonchó vivió toda su infancia en orfanatos, luego recaló en Estados Unidos por diez años donde conoció el oficio en una pizzería de Manhattan y hasta durmió debajo del Puente de Brookyn por un buen tiempo.
Ahora, después de haber cerrado la mítica pizzería que sobrevivió durante 39 años frente a Plaza Rocha, terminó en la calle. “Me fue muy mal a partir de 2015, el país entero está mal, a mí me volteó muy mal la crisis”, relató Carloncho a El Día.
Desde que cerró la pizzería el hombre intentó seguir vendiendo pizzas en pequeño local en 1 y 59 pero se volvió a fundir. “Ahora desaparecieron todos mis amigos, la única que me dio una mano fue Nancy Maldonado de Sumando Voluntades”, explicó Carloncho.
La historia del pizzero que se convirtió en indigente también es reflejo del crecimiento de la pobreza. “La situación de Carloncho se repite constantemente, gente que pierde el trabajo y no tiene donde vivir. Actualmente nosotros alojamos a 36 personas en dos viviendas”, detalló la titular de la fundación platense.
La historia de Carloncho llegó hasta el Festival de Cannes con la serie de TV el “El Embajador”. Se tratan de 13 episodios, que recorren los orfanatos de su infancia, pasando por su estadía durante 20 años en prisión y luego su exilio a Estados Unidos.
