La economía registró la semana pasada las jornadas más calmas tras la incertidumbre, devaluaciones, caída de reservas y disparada del costo de vida que se generaron después de la abrumadora derrota del Gobierno en las PASO.
En paralelo, el contexto global fue más auspicioso (subieron las Bolsas por la perspectiva de un diálogo entre EE.UU. y China), el dólar bajó a $58 y los bonos subieron hasta 25% el viernes.
Ahora las jornadas que vienen servirán para evaluar el impacto de los controles cambiarios, continuar las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional, ver si se saca menos plata de los bancos, ver cómo evoluciona la brecha del dólar y conocer de manera más certera cómo impactó la crisis post PASO en los bolsillos.
En este sentido, el jueves se conocerá el dato de inflación de agosto del INDEC y, en función de ello, se verá cuál la reacción del BCRA. Los economistas estiman que la variación de los precios minoristas oscilará entre 3,8% y 4,2%.
Por caso, para la consultora Elypsis, la inflación mensual promedió 4,2% para los 31 días de agosto y quedó un arrastre estadístico de 2,8% para septiembre. En alimentos y bebidas, los precios subieron 5,9% promedio en el mes.
Para la consultora Ferreres&Asociados, la inflación de agosto subió 3,8% en promedio. En tanto, según las previsiones del grupo de economistas que participan en el Relevamiento de Expectativas del Banco Central (REM), la suba fue de 4,3%.
Finalmente, para la consultora Eco Go, el aumento del IPC de agosto fue de 3,5% respecto del mes pasado y en total acumula una variación interanual del 53,1%.
Otro tema central será definir como sigue la relación con el FMI. Esta semana el equipo de Hernán Lacunza, ministro de Hacienda, y la gente del Fondo anunciarían la fecha y lugar del reencuentro, en donde se volverán a ver las caras.
Se espera que Lacunza juege de visitante en Washington y se reuna con David Lipton, el director gerente interino del FMI, y los miembros del staff permanente Alejandro Werner y Roberto Cardarelli.
Se trata del desembolso de USD 5.400 millones, que debería haber ingresado el 15 de septiembre y que todavía no se sabe a ciencia cierta si Macri lo recibirá habida cuenta de las metas del tercer trimestre y de la conveniencia tras el resultado de las PASO.
La semana pasada Lacunza aseguró que “es una decisión de las autoridades del Fondo”. “La Argentina ha cumplido con todos los requerimientos y compromisos fiscales y monetarios, cuantitativos y cualitativos”, repitió.
