Con la presencia de un centenar de gremios y de los diferentes sectores que integran las tribus sindicales, el presidente electo Alberto Fernández pisó por primera vez en su vida el salón Felipe Vallese del histórico edificio de la CGT de la calle Azopardo al 800.
Desde allí, ratificó su propuesta de unidad, destacó el rol de su compañera de fórmula Cristina Fernández de Kirchner, elogió a las organizaciones gremiales y aseguró que “el movimiento obrero será parte del Gobierno que llega a partir del 10 de diciembre”.
Algunos de los que ocuparon la primera fila fueron Wado De Pedro, Santiago Cafiero, José Luis Gioja, Gustavo Béliz, y Sergio Massa, los gobernadores peronistas y los intendentes del Conurbano, piezas claves en la victoria electoral del 27 de octubre.
“No es un acuerdo político, nunca lo hemos hablado. Es la convicción que todos tenemos y que siempre tuvimos”, aseguró Fernández ante el auditorio y agregó: “No es verdad que para arreglar la Argentina hay que quitarle derechos a los que trabajan”.
En esa sintonía, el Presidente electo delineó algunos puntos de su Pacto Social. "La Argentina que se viene no es una Argentina de tolerancia, sino de respeto. La Argentina necesita ponerse de pie, porque nos dejaron muy lastimados, por más informes que escriban", disparó.
Párrafo seguido, aclaró que "no solo vamos a hacer un acuerdo de precios y de salarios sino que vamos diseñar el futuro". “En este lugar Perón llamó a un pacto social, en tiempos en que la Argentina estaba en crisis y necesitaba del acuerdo de todos y ese mandato está más presente que nunca”, aseguró.
