Los datos estadísticos son números que ilustran las historias que hay detrás y por eso duelen. Así, en el periodo de un año, dos de cada diez familias del Conurbano dejaron de asistir al médico por problemas económicos.
Las cifras se desprenden de un informe que realizó la Universidad Católica Argentina tras un pedido de la Defensoría del Pueblo de la Provincia para establecer cuál fue el impacto de la crisis económica y social en el Gran Buenos Aires.
“La privación del derecho al acceso a la salud se presenta en mayor porcentaje entre las personas pobres (43,3%) y las personas que pertenecen al estrato trabajador marginal (39,8%)”, señaló el defensor del pueblo, Guido Lorenzino.
Lo cierto es que en los 5800 casos analizados, las personas en situaciones de vulnerabilidad también encontraron limitado su acceso a las consultas odontológicas como a los chequeos anuales.
“Este informe muestra la desigualdad social que existe principalmente en el Conurbano, y que se hace visible en la salud de las personas como en el propio sistema que las atiende”, aseguró Lorenzino.
Por otra parte, y uno de los datos más esclarecedores de la situación actual, es que la mitad de los hogares pobres dijeron no poder encarar los gastos que presumen los medicamentos, que en los últimos cuatro años aumentaron 450%.
“Además, habla de un sistema fragmentado e inconexo para atender los estados de salud y enfermedad diferentes para cada estrato social”, enfatizó el funcionario, quien además marcó que hubo un aumento del malestar psicológico de casi cuatro puntos ya que pasó del 18,6 al 22,4%.
