Los vecinos y familiares de víctimas de la trágica inundación del 2 de abril de 2013 siguen a la espera de que el intendente de La Plata, Julio Garro, los escuche y cumpla su promesa de expropiar al grupo empresario Dacal de unos terrenos de Tolosa que conforman zona inundable.
“Garro había prometido expropiar estos terrenos y no cumplió, por eso nos movilizamos hasta la puerta de la Municipalidad. Esos eran terrenos fiscales, la Provincia los vendió pero el Municipio podría haber intervenido para frenar el negocio”, explicó Mabel Grigera de la asamblea de Tolosa.
Las tierras en cuestión están ubicadas en calle 528 y Avenida Atlántida, el conflicto data de hace tiempo pero se despertó a fines de octubre cuando el holding inmobiliario Dacal comenzó con el desmonte de los árboles que están en zona inundable.
“No necesitamos cemento, sino tierras para la absorción de agua en caso de que se repita una tormenta como la de 2013. Por eso pedimos la derogación del Código de Ordenamiento Urbano y que se ejerza una política diferente respecto a la construcción”, explicó una de las manifestantes.
Semanas atrás los asambleístas fueron recibidos en la comisión de Desarrollo, Industria y Producción por los concejales Cristian Vander y Virginia Rodríguez y el representante Garro, Javier Mor Roig, más tarde también pasaron por la comisión de Planeamiento donde estuvieron junto a la edil Victoria Tolosa Paz.
En tanto, tanto en el Concejo Deliberante como en la Legislatura provincial descansan proyectos de expropiación para los terrenos de Tolosa como así también otros que se ubican en Los Hornos, este último pertenece al senador bonaerense Juan Pablo Allan.
En este caso, se trata de adjudicar al Municipio “a título oneroso” un predio de 5 hectáreas ubicadas en la zona de 137 de 70 a 72, para dar una solución concreta a los desbordes del arroyo Regimiento, otro de los puntos de conflicto para las víctimas.
Por otra parte, los asambleístas también hicieron referencia a la obra que se llevó adelante tiempo atrás del derivador de calle 32, uno de los puntos fuertes de Garro en su campaña por la reelección que finalmente ganó en octubre.
“Esa es una obra fundamental, está aprobada hace años pero no se presupuesta, la importancia radica en que recogería el agua del casco urbano y la derivaría directamente al arroyo El Gato, pero no lo satura, así puede recibir el agua de los otros derivadores”, explicó el asambleísta José Rusconi.
