jueves, abril 18, 2024

¿Por qué el marketing del tema Puta de Jimena Barón divide a las organizaciones feministas?

Detrás de la polémica por los afiches con los que la cantante decidió promocionar su nueva canción hay dos posturas irreconciliables dentro del movimiento de mujeres.

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En los últimos días, Jimena Barón realizó una campaña de promoción para el lanzamiento de su nueva canción “Puta”, y el método que utilizó causó un fuerte revuelo en todo el país, algo que la cantante esperaba, pero también reavivó una vieja discusión que enfrenta a las militantes feministas.

De esta manera, pese a haber conseguido el respaldo de Georgina Orellano, secretaria general de la Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina (AMMAR), la cantante será denunciada por la Asociación de Víctimas de Violación.

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Hace tres días Barón había realizado una publicación en Instagram donde se veía un afiche con su imagen y un número de teléfono, parecido a los que utilizan algunas trabajadoras sexuales que trabajan en departamentos privados.

Así, si alguien llamaba a ese número, se escuchaba la voz de la cantante: “Hola, soy Jimena y les quiero contar que se viene algo increíble. Estén atentos”. Luego de que muchas mujeres repudiaran su acción de marketing, la autora de “La Cobra” se comunicó con AMMAR, con quienes desde 2018 estaba en contacto.

Nos llamó porque necesitaba entender por qué se había generado tanta resistencia y yo le expliqué que era una discusión histórica”, contó Orellano. Efectivamente, la prostitución enfrenta dos posiciones irreconciliables dentro del feminismo: abolicionismo o regulacionismo.

El movimiento abolicionista define a la prostitución como lugar de explotación, violencia y sometimiento y considera que aun cuando una mujer decide por propia voluntad entrar a un prostíbulo, está condicionada por la situación de vulnerabilidad en la que se encuentra su vida o porque no encuentra otra manera de ganarse un peso.

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Lo que el movimiento regulacionista discute es que la violencia que padecen las trabajadoras sexuales no está directamente vinculada al trabajo que realizan, sino a la condición de mujer, lesbiana, trans, travesti o no binarie. La regulación desde el Estado implicaría mejorar las condiciones y garantizar derechos laborales.

Aunque regulacionismo o abolicionismo es la discusión de fondo, las críticas hacia Barón empezaron porque algunas investigaciones judiciales han detectado que cartelitos como los de la foto de la actriz, son pegados por redes de proxenetas.

El medio que utilizó ella es el que utilizan muchas trabajadoras sexuales, pero socialmente están vinculados a la trata de personas”, dijo Orellano. Y es precisamente por los carteles utilizados que AVIVI denunciará penalmente a Barón.

María Elena Leuzzi, referente de la organización, explicó que los afiches promocionados en la publicación son una contravención, porque en la Ciudad de Buenos Aires está prohibido difundir imágenes con connotación sexual, según el artículo 81 del Código Contravencional de la Ciudad.

En esa línea, pretenden que la cantante se retracte y cambie la tapa de su disco. “Hay muchas mamás que tienen a sus hijas desaparecidas tomadas por la trata y esto les hizo mal, que se tome con tanta liviandad sin ver el daño causado a otras mujeres”, sentenció Leuzzi. De momento, la discusión respecto al trabajo sexual parece no tener fin.

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