El ministro de Infraestructura de la provincia de Buenos Aires, Agustín Simone, se quejó de la herencia recibida, destacó que después de las elecciones PASO de agosto de 2019 se cortaron “todos los pagos” y admitió deudas con empresas energéticas superiores a los $1.700 millones.
“A mí (el Ministerio de) Economía me va asignando fondos a medida que tiene algún recurso para hacer pagos, pero tengo una bola de nieve para la que no está preparada esta cartera, ni lo estaba el año pasado para poder afrontarla”, destacó Simone.
En esa línea, el funcionario bonaerense señaló que los intendentes “entienden perfectamente” la situación financiera de la cartera porque “la estuvieron viviendo” y admitió que “en agosto se pararon todos los pagos, hasta el de la boleta de la luz”.
“La gente de Edenor vino por una deuda de $1.260 millones, que más intereses significan unos $1.700 millones que se componen de la deuda de luz de la Provincia, más la que el Gobierno se comprometió a pagar por el servicio de los asentamientos”, agregó Simone, y agregó: “Lo mismo pasa con Edesur y Edesa”.
En esa línea, el oriundo de Mercedes reprochó a su antecesor, Roberto Gigante, porque en áreas como la Autoridad del Agua y la Subsecretaría de Transporte “faltó gestión”. Además, reprodujo las críticas del jefe de Gabinete, Carlos Bianco, porque el gobierno anterior se había instalado en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
“No se puede gestionar la provincia desde la Capital Federal. Hay que estar, gestionar y tener presencia territorial, no sólo recursos. Los controles de cargas en las rutas, los controles de Seguridad Vial son cuestiones de organización, gestión y decisión política”, explicó Simone.
En paralelo, el funcionario recordó que, desde que asumió, trabaja con el presupuesto prorrogado de 2019 y anticipó que el Fondo de Infraestructura Municipal será parte de la discusión del Ejercicio de Gastos 2020. “Las grandes obras debe hacerlas el Ministerio y las obras municipales las comunas”, explicó.
