* Por Silvio Bageneta
El problema de la situación Política de Argentina en los últimos años y particularmente a partir del 10 de Diciembre de 2015 es derivado de una correlación de fuerzas entre el Pueblo y la Nación Argentina (representados por el Kirchnerismo – Peronismo) por un lado y la Oligarquía y el imperialismo y sus socios locales menores (cipayos según Arturo Jauretche).
Hasta ese momento en términos formales podemos asegurar que estos dos campos enfrentados, tienen su discurso, su prensa, su difusión, fruto de sus respectivas ideologías históricamente expresadas, desde la campaña Libertadora del general San Martín hasta Cristina Fernández de Kirchner del lado del Pueblo y la Nación y del otro enfrentados a los que tienen el poder económico, institucional, Judicial, comunicacional y las armas (Además de las relaciones con el poder Internacional Capitalista de EE.UU encabezado por Donald Trump –hoy-).
Patria y pueblo por un lado y entrega, cipayismo y dependencia por el otro.
Estas dos opciones han estado presentes a lo largo de nuestra historia. Desde el pueblo resistiendo a las invasiones inglesas arrojándoles aceite hirviendo por un lado y el tatarabuelo de José Alfredo Martínez de Hoz, yendo a negociar con los ingleses para venderles mercadería. Hasta el presente podemos llenar hojas y hojas de ejemplos como el recordado.
Todas manifestaciones absolutamente reales, concretas, demostrables, palpables. Donde muestra el actuar del pueblo defendiendo a la nación y la traición y entrega de la Oligarquía por el otro (los cipayos no tienen otro interés que el propio, la ventaja para su economía personal).
En cada uno de los hechos históricos los hay secundarios, que terminan tornándose hasta anecdóticos y están los determinantes, los que signan el devenir.
Suele explicarse lo obvio como fundamental y también ocurre explicar situaciones, aconteceres, hechos analizándolos desde las más diversas ópticas y no ver lo esencial, lo principal.
También ocurre tomar el relato del enemigo del pueblo Argentino y la Nación, las noticias, “la agenda” que a través de sus medios de comunicación instalan prolijamente por TV, radios, diarios e internet con el “machaque” que los caracteriza y nosotros preocuparnos por ello.
Les refutamos, desmarañamos la historia, el relato que han impuesto, tratamos de gastar horas, metros de papel en responder, lo que en general es un invento, con la base filosófica de “miente, miente, que algo quedará”, que afirmara el Ministro de Hitler para la Ilustración Pública y Propaganda Joseph Goebbels. Que hoy el ecuatoriano Durán Barba enarbola como bandera.
A nosotros, al pueblo Argentino y la Nación no nos deben confundir haciendo que “el árbol nos tape el bosque”. Nuestro DEBER es ganar a través de nuestras propuestas políticas crecientes niveles de representatividad. ¿Con qué contenido? ¿Dónde? ¿Con quienes?
Las propuestas políticas tienen que ver con las expectativas y las necesidades consideradas como tales por el pueblo (de carne y hueso, el vecino, el pariente, el compañero de trabajo, con sus pro y sus contra, con los que coincidimos o no). Agrupar detrás de esas propuestas (que son las que el pueblo considera esenciales, prioritarias y no lo que nosotros consideramos deben decirse y hacerse) a nuestros compatriotas trabajadores, comerciantes, productores, profesionales, estudiantes, en fin, vecinos.
En cada ámbito convocar detrás de las reivindicaciones urgentes para, de este modo llegar a lograr la organización posible para cada lugar e instancia.
Esta forma de hacer POLÍTICA, que no necesariamente implica el acto eleccionario y los candidatos, es la fundamental y trascedente.
Evo Morales en Bolivia perdura, porque la organización que ha generado tiene coherencia y continuidad desde aquel conflicto (que marcó un hito) que tuvieron con el agua en La Paz y en el gran La Paz, jornadas que finalizaron catapultando a Evo al Gobierno con ese vicepresidente que es Alvaro Garcia Linera. Solucionar las reivindicaciones y crear las herramientas que permitan desarrollar el país e incluir al pueblo en su camino histórico.
Levantar las reivindicaciones del vecino, del pueblo, de la nación, es empezar desde ahora a gobernar. Con la participación del pueblo. El pueblo participando en la conquista o recuperación de sus reivindicaciones es darle PERDURABILIDAD, sustentabilidad al proyecto nacional y popular y por ende al próximo gobierno.
“Ellos” van a conspirar. Siempre lo han hecho. Es una característica propia de las minorías. Conspiran y mienten. Engañan. Estos dos aspectos son una constante.
El deber nuestro es apoyar, colaborar para que la participación, movilización y organización popular siga, se acreciente, aumente. Para de tal manera ayudar a que la correlación de fuerzas se torne paulatinamente favorable al pueblo y la Nación.
“Ellos” tratarán de adormecernos, crear causas periodísticas, judiciales, falsas por supuesto. Nosotros “devanarnos los sesos” para ser creativos y realistas con el pueblo. En la calle, con el otro.
Durán Barba es quién reclama (él), que no hay que manifestarse en la calle, sino en las urnas.
Si el ideólogo del ENEMIGO lo dice… habrá que hacer lo contrario, ¿no?
*El autor actualmente participa la AM 1440 del Partido de la Costa, fue militante de la Juventud Peronista y ex coordinador del INAES durante el gobierno de Cristina Kirchner.
