Después de meses de reclamos, la profunda crisis que atraviesa el Instituto de Obra Médica Asistencial de la Provincia de Buenos Aires (IOMA) para no encontrar solución. En lo que va del año hubo decenas de protestas de afiliados y prestadores por los reiterados incumplimientos que afronta el directorio.
Profesionales que llevan hasta un año sin cobrar, interrupción en prestaciones, demoras en autorizaciones y paros gremiales, son algunas de las situaciones que dejan a miles de afiliados en absoluta desprotección. Este contexto, también motivó la presentación de dos proyectos de ley en la Legislatura que buscan cambios en IOMA.
Ahora un grupo de padres de chicos discapacitados presentó ante Tribunal Criminal n° 2 del departamento Judicial de Mar del Plata un amparo colectivo para “garantizar el acceso, en tiempo y forma, a prestaciones de salud relacionadas con la vida y la integridad física de todos los afiliados de IOMA”.
“Intentamos representar los derechos de miles de familias que no tienen acceso a la posibilidad de llevar a cabo un amparo individual, y terminan siendo vencidos por la burocracia del sistema. No es este el primer reclamo que llevamos adelante pero sí esperamos que sea el último”, detallan en la demanda.
Los familiares piden que “se ordene determinar un plazo máximo para efectivizar pagos de honorarios y reintegros”; lo mismo “para el circuito que deben recorrer las autorizaciones”; también “que IOMA establezca un procedimiento diferenciado los afiliados que no pueden elegir prestador”; y “que se simplifique el sistema de renovación de tratamientos”.
“Nos encontramos con la interrupción, suspensión o eventual supresión de las prestaciones de rehabilitación, con el riesgo concreto de sufrir un grave perjuicio, ocasionando regresión en diversos aspectos y deterioro de las habilidades logradas lo que conlleva un daño sin posibilidad de reparación ulterior”, amplía la presentación.
Para citar sólo un par de ejemplos, recientemente Diputados Bonaerenses sacó a la luz los estremecedores casos de Maia, la nena platense con síndrome de Kabuki, de Thiago Gentili, de Punta Alta, Marcos Ipperi, de Exaltación de la Cruz, y de la docente Gabriela Ciuffarella, de La Matanza.
