Los contagios de coronavirus (COVID-19) en los planteles de diferentes clubes argentinos puso en jaque el retorno a las competencias oficiales y a los dirigentes de la Liga Profesional de Fútbol (LPF), quienes tenían pensado volver a las canchas a mediados de octubre.
El panorama también resulta difícil continentalmente con la vuelta de la Copa Libertadores, en especial para River, Boca, Racing, Defensa y Justicia y Tigre, que el próximo 17 de septiembre deberán cumplir con sus compromisos pese a que cuentan poco con tiempo de preparación en comparación al resto de las instituciones Sudamericanas.
Es así, que la jornada de hoy se encendieron las alarmas, ya que en Boca hubo una gran cantidad de casos positivos, que significaron un gran problema para su entrenador, Miguel Ángel Russo, quien debió abandonar la concentración por su condición de factor de alto riesgo.
De esa manera, el último campeón del fútbol argentino conocerá esta mañana los resultados de los últimos hisopados y además se cumplirá el plazo de aislamiento de aquellos futbolistas afectados con Covid-19. En tanto, dispondría de 20 jugadores para el partido del jueves 17 ante Libertad en Paraguay por el grupo H.
En River, se registró un contagio en la división Reserva, luego del test realizado con el objetivo de incluir algunos futbolistas en la lista de buena fe para el choque ante San Pablo de Brasil por el grupo D. El plantel dirigido por Marcelo Gallardo trabajó en el predio River Camp y por el momento mantiene controles constantes.
Por otra parte, los clubes de Avellaneda también presentaron nuevos casos positivos de coronavirus. En Racing se infectó el defensor Iván Pillud, que fue descartado para el choque ante Nacional de Uruguay por el grupo F, y también el juvenil Lucas Núñez. En cambio, Independiente informó el contagio del defensor Alan Franco, aislado en su domicilio y que además tiene un familiar con los síntomas de la enfermedad.
San Lorenzo anunció que los volantes Lucas Menossi y Nicolás Fernández no se presentaron al entrenamiento a manera de precaución por cuadro febril. El club de Boedo tiene a su entrenador, Mariano Soso, en fase de aislamiento, mientras que los futbolistas Fabricio Coloccini, Jonathan Herrera y el juvenil Luis Sequeira fueron otros de los integrantes del plantel que tuvieron coronavirus y se encuentran recuperados.
Por el lado de Tigre, uno de los participantes de la Copa Libertadores por la zona B, confirmó hoy que el jugador Felipe Zenobio y el preparador físico Sebastián Somoza se contagiaron de coronavirus. Incluso, el pasado 31 de agosto el juvenil Brian Leizza había resultado positivo de Covid-19, lo que llevó a que el plantel del Matador cumpliera un aislamiento en su lugar de concentración.
Mientras tanto, el equipo el cual es hincha Alberto Fernández, Argentinos Juniors suspendió hoy los entrenamientos del plantel profesional por prevención ya que en el últimos testeos se detectaron seis jugadores con resultados positivos en coronavirus. El equipo dirigido por Diego Dabove volvió a las prácticas el pasado 11 de agosto e incluso había pedido autorización para disputar un amistoso ante San Lorenzo.
Paralelamente, Gimnasia La Plata, dirigido por Diego Maradona, informó este martes que el delantero de la Reserva Agustín Ramírez dio positivo de Covid-19 en el marco de los test realizados el pasado sábado por la tarde en el predio de Estancia Chica.
Es por este motivo, que el número de casos de hoy intensificó el interrogante con respecto a la vuelta de la actividad en el fútbol argentino, cuya fecha se barajaba para mediados de octubre luego de haberse ideado para el 25 de septiembre.
De todas maneras, el presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Claudio Tapia, y el ministro de Salud, Ginés González García, tienen pendiente una reunión, según deslizó el titular de Argentinos Juniors, Cristian Malaspina.
Allí, las autoridades sanitarias nacionales tendrán la última palabra con respecto al inicio de la primera Liga Profesional, pero la cantidad de casos conocidos hoy solo generaron más preocupación.
A todo esto, los equipos participantes de Copa Libertadores trabajan a contrarreloj, al tiempo que Conmebol se mantiene firme en la idea de reanudarla desde el 15 de septiembre.
Bajo ese contexto, los equipos de primera división del fútbol argentino solo saben que continuarán, en la medida que puedan, con los entrenamientos, mientras la fecha de regreso a las canchas continúa en observación.