viernes, marzo 29, 2024

Pensiones del IPS: denuncian que es “imposible” sobrevivir con $856 en plena pandemia

Cobran entre $856 y $1.200, muchos de ellos, son personas con discapacidad que no tienen otro ingreso. Además, no pueden recibir beneficios de la Anses.

Las historias se repiten desde La Matanza hasta Villarino, desde una punta a otra de la provincia. En concreto, quienes reciben pensiones no contributivas del Instituto de Previsión Social (IPS) bonaerense, están en una situación desesperante.

Los mensajes se acumulan en las redes sociales de Diputados Bonaerenses y todos con un mismo pedido: visibilizar su gravísima situación social y económica en reclamo por una consideración para formar parte de los listados de la Anses para acceder a esos beneficios sociales que brinda la Nación a las personas vulnerables.

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“Tengo una pensión del IPS, cobro $856 por mes, tengo dos nenes y mi marido está sin trabajo. No nos alcanza, necesitamos que nos ayuden con un aumento y la tarjeta alimentar”, señaló la joven Oriana Leiva en uno de los cientos de mensajes que recibió este portal.

En el mismo orden, Paola Montero habló en nombre de su hijo, que tiene discapacidad y señaló que “Thiago tiene fibrosis quística y hace cinco años está en lista de espera para trasplante bi-pulmonar. Tiene la pensión por discapacidad de la Provincia desde los 3 años, hoy tiene 15 y está cobrando $1.244. Con la pandemia, no recibieron ni aumento ni un bono”.

El IPS, a cargo del radical Eduardo Santín, que ocupa el máximo cargo ad honorem, ofrece cinco tipos de pensiones no contributivas. A saber, por vejez, por invalidez, por madre soltera con hijos menores; menores con discapacidad y “desamparados”.

Si bien los montos son irrisorios e increíbles para la situación de crisis que atraviesa la provincia, el beneficio que tienen los pensionados bonaerenses es que cuentan con la afiliación al Instituto de Obra Médico Asistencial (IOMA), no así a nivel nacional.

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“Cobro una pensión de madre soltera de $856 y uno de mis hijos, de 11 años, tiene una por discapacidad por la que recibe $1.200. Es una locura, necesitamos ser reconocidos y que nos den los beneficios de la Anses como la tarjeta alimentar y el IFE, sobre todo en este momento donde buscamos sobrevivir a la pandemia, se está haciendo imposible”, marcó indignada, Romina Casigno.

El reclamo crece y se repite a lo largo de la Provincia, ya con hartazgo y enojo por parte de los beneficiados. En ese sentido, es más complejo para quienes padecen algún tipo de discapacidad o enfermedad, ya que no pueden ni siquiera salir a buscar un empleo.

“Los que cobramos pensiones no contributivas estamos seriamente olvidados, son haberes de $1.200 y $856, no tenemos ningún beneficio de parte de la Anses. Tengo ataxia, telangectaxia y leucemia de alto riesgo. Con esta pensión no alcanza ni para comer un día, ni a comprar la comida que nos ordena el médico”, relató Oliver Ayecuase.

El Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) de $10.000 que otorgó el gobierno Nacional una vez que empezó la pandemia, no se pudo destinar a los pensionados del IPS porque la ley no permite que reciban las dos contribuciones al mismo tiempo, a pesar de que claramente menos de mil pesos solo alcanza para una comida.

Por eso, los vecinos reclaman a la Legislatura que se trabaje en una ley que permita esa modificación, los ampare y les permita acceder a algunos de los beneficios que dispuso la Anses en los últimos meses para los grupos más vulnerables.

“Hace años que tengo una enfermedad que me acompañará de por vida y no me permite trabajar. Tengo hepatitis crónica desde los 6 años, tomo corticoides desde entonces y eso me daña otros órganos. Cobro una pensión de $856 y tengo dos nenas a cargo. Todo beneficio de Nación es incompatible con mi pensión. Mi marido cobra el sueldo básico, con eso no podemos vivir ya que nos alcanza para cubrir deudas y los medicamentos que ambos tomamos, recurrimos a la ayuda de las iglesias para comer, se hace cada vez más difícil. Necesitamos una ley que nos ampare”, contó con angustia Patricia Siede.

En ese plano, para quienes tienen hijos pequeños se hace más difícil porque requieren de pañales, productos de limpieza o alimentos particulares que no pueden afrontar, así lo marcó Camila Argañaraz, que señaló que su “marido Dylan cobra una pensión por invalidez de $856, eso apenas alcanza para los pañales de nuestra bebé, no podemos sobrellevar la situación como quienes tienen una pensión de Nación, es una burla, una falta de respeto”.

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