Un día como hoy pero 36 años atrás el pueblo argentino volvió a recuperar la democracia con la convocatoria a elecciones después de siete años de soportar la dictadura más cruel que azotó al país.
El 30 de octubre de 1983 hombres y mujeres recuperaron el derecho a ejercer el voto y la contienda se dirimió entre los partidos históricos que dividieron al electorado, la Unión Cívica Radical de Raúl Alfonsín y el PJ de Ítalo Luder.
“Hoy más que nunca es fundamental defender esas instituciones que tanto nos costó recuperar, por el bien de todos los argentinos, construyendo consensos básicos para salir adelante”, señaló el diputado Emiliano Balbín.
Ese día marcó uno de los capítulos más importantes en la historia argentina: la democracia volvía a tomar forma después del Gobierno de facto que dejó miles de muertos, 30 mil desaparecidos y un Estado quebrado.
“Hace 36 años volvíamos a votar, y lo hicimos por la vida y la paz. Elegimos una democracia para siempre, de la mano de Raúl Alfonsín”, señaló por su parte la diputada y dirigente boina blanca, Alejandra Lordén.
Desde el ’83 a esta parte, atravesamos el período más largo de continuidad democrática de la historia argentina, ya que en 36 años no volvió a interrumpirse y las elecciones se han desarrollado como corresponde.
Por su parte, los legisladores radicales Martín Domínguez Yelpo y Anahí Bilbao también expresaron su alegría por el aniversario y señalaron: “¡Gracias Raúl Alfonsín! Hoy se cumplen 36 años del regreso a la democracia. ¡Cuidémosla!”.
El sufragio se llevó adelante con ciertas características impuestas por el gobierno dictatorial como la prohibición de balotaje, la elección por Colegio Electoral y el mandato presidencial por seis años con posibilidad de reelección.
El 10 de diciembre de ese mismo año, Alfonsín asumió la presidencia acompañado en la fórmula por el cordobés Víctor Martínez, para iniciar el camino democrático que se mantiene hasta hoy.
El líder radical no pudo completar el mandato de seis años, periodo establecido por la Ley Nº 22.847 de 1983, sancionada por el dictador Reynaldo Bignone, y fue sucedido cinco meses antes de lo previsto por el presidente electo en 1989, el peronista Carlos Saúl Menem
