En un clima de crisis social y económica tan grande en Buenos Aires, un reducido grupo de intendentes decidió dar los primeros pasos en reducción de costos y predican la austeridad en sus comunas para apoyar la idea de “solidaridad” que se pregona desde el Estado Nacional y provincial.
De este modo, como adelantó Diputados Bonaerenses, el intendente de Las Flores, Alberto Gelené, junto a su secretario de Economía y Finanzas, dio a conocer la complicada situación en la que se encuentran las arcas municipales y adelantó que “no cobrará su sueldo”.
“He presentado al Tribunal de Cuentas un pedido formal para no percibir el sueldo que me corresponde como intendente y así engrosar los recursos del municipio para afrontar esta situación de emergencia”, remarcó el Jefe Comunal.
En tanto, su par de Chivilcoy, Guillermo Britos, decidió congelar tanto su salario, que es de $130.000, como el de los funcionarios que lo acompañan hasta el próximo 30 de junio para “dar el ejemplo”.
“Muchos van a pensar que es una decisión demagógica, hay que empezar a dar el ejemplo desde arriba hacia abajo. Esto no resuelve las finanzas del municipio ni mucho menos”, marcó el único intendente de Consenso Federal.
En el mismo camino está el alcalde de Coronel Suárez, Ricardo Moccero, quien afirmó que por el estado en que encontró el municipio y la realidad de las arcas en rojo, congeló los salarios y decidió poner en venta los bienes comunales como el auto oficial y otros mobiliarios.
“No podemos permitir que haya gente que pase hambre en nuestro distrito. El sacrificio lo vamos a tener que hacer todos”, señaló quien fuera jefe comunal en cinco oportunidades de la localidad de la Sexta.
Por otra parte, otros dos jefes comunales redujeron la planta política en un gran número. Es el caso del alcalde de Berisso, Fabián Cagliardi, que desde su campaña electoral adelantó la medida que hizo realidad en los primeros días de gestión y generó un ahorro de $7 millones mensuales.
El recorte sobre los funcionarios municipales es la respuesta a una larga serie de críticas sobre la gestión del ex alcalde Jorge Nedela. Desde el peronismo se le reprochó haber nombrado, en diversas áreas poco más de 70 funcionarios, elevando de forma notable el gasto público.
“Ese dinero lo vamos a destinar a la salud, educación, obra pública y para arrancar a funcionar, después nos vamos ocupar del saneamiento que hoy es un tema que preocupa por los basurales que tenemos”, aseguró Cagliardi.
Por último, el intendente de Morón, Lucas Ghi, declaró a través del Concejo Deliberante la emergencia pública y redujo en un 50% la planta política, lo que implica un recorte de 143 personas menos en el gabinete.