El municipio de San Isidro tomó la determinación de rematar 15 mansiones con deudas del impuesto inmobiliario de Alumbrado, Barrido y Limpieza (ABL) superiores al millón de pesos y destinar lo recaudado a centros de salud en medio de la pandemia por coronavirus.
Se trata de viviendas que se encuentran a nombre de sociedades comerciales y cuyo valor inmobiliario ronda el millón de dólares, y que serán vendidas para generar recursos para paliar la crisis sanitaria.
Si bien San Isidro posee uno de los mayores índices de cobrabilidad de la tasa de ABL de la Provincia de Buenos Aires, el remate tiene como objetivo no perjudicar a aquellos vecinos que pese a las dificultades económicas, intentan pagar.
En este sentido, el intendente Gustavo Posse aseguró que “cada vez que alguien posterga el pago de ABL, o directamente decide no pagarlo, termina perjudicando al que cumple con el pago regularmente y en tiempo y forma”.
Desde el municipio señalaron que en primera instancia irán a remate aquellas propiedades que no han abonado por años, pero que comenzarán a tomarse medidas similares contro todo “el que puede pagar y se hace el vivo y no paga”, dio el jefe comunal.
Con esta idea, las autoridades sostuvieron que las medidas tendrán una segunda etapa, por montos menores, “con el objetivo de reducir al mínimo los incumplimientos en los pagos del servicio municipal, ya que no hay ingresos por las tasas que se cobran a comercios”.
Lo que se recaude servirá para sostener los tres hospitales, los 14 centros de atención primaria, el servicio de higiene municipal, el patrullaje y las acciones de asistencia social en San Isidro, actividades que resultan fundamentales en el marco de la pandemia.
