El Senado nacional aprobó el proyecto de ley impulsado por el Frente de Todos, que amplía de cinco a quince el número de integrantes de la Corte Suprema de Justicia, en tanto que establece una representación de, al menos, ocho integrantes del mismo sexo. Así, los legisaldores giraron la iniciativa la Cámara de Diputados tras una sesión especial en la que la oposición votó en contra.
Tras un debate de ocho horas en el Senado, el proyecto de ley que amplía de cinco a quince el número de integrantes de la Corte Suprema de Justicia obtuvo 36 votos a favor y 33 rechazos, mientras que hubo tres legisladores estuvieron ausentes durante la pulseada legislativa en la que logró imponerse el oficialismo.
A favor de la reforma Corte Suprema de Justicia votaron los 34 representantes del Frente de Todos presentes (el misionero Maurice Closs se está recuperando de una afección de salud) y otros aliados como la riojana María Clara Vega, de Hay Futuro Argentina, y Alberto Weretilneck, de Juntos Somos Río Negro.
En contra de la iniciativa que busca ampliar la Corte Suprema de Justicia, se pronunciaron los 32 integrantes de Juntos por el Cambio que estaban en el recinto (el cordobés Luis Juez no formó parte del debate) y la oficialista puntana María Eugenia Catalfamo, que ya había anticipado que votaría en contra del proyecto de ley.
La propuesta legislativa original del Frente de Todos, presentada por los jefes de la bancada del oficialismo, el formoseño José Mayans y la mendocina Anabel Fernández Sagasti, con el apoyo de los gobernadores peronistas, establecía la ampliación a 25 del número de integrantes de la Corte Suprema de Justicia.
Vale recordar que la iniciativa para reformar la Corte Suprema obtuvo dictamen de comisión el 29 de junio, pero no pudo ser debatida en el recinto porque el bloque mayoritario del Frente de Todos todavía no había conseguido reunir el número necesario para debatirla.
En la última semana, el Frente de Todos aceptó bajar de 25 a 15 el número de integrantes de la Corte Suprema, lo que le valió el respaldo de aliados como el rionegrino Alberto Weretilneck, la riojana María Clara Vega y de uno de sus integrantes, el puntano Adolfo Rodríguez Saá.
Justamente, esos tres legisladores habían presentado proyectos vinculados a la composición de la Corte Suprema de Justicia: Weretilneck, uno que dejaba en 16 el número de jueces, Rodríguez Saá, otro con nueve miembros y Vega uno que sostenía la paridad de género.
No obstante, la letra del proyecto de ley aprobado anoche no se conoció, oficialmente, hasta minutos antes de que finalice el debate en el recinto, ya que el Frente de Todos estuvo ajustando detalles hasta último momento.
Reforma de la Corte Suprema: modificaciones en el proyecto
Al comenzar la discusión, el presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales, el jujeño Guillermo Snopek dio un anticipo de lo que contendría el documento final del proyecto de la reforma de la Corte Suprema cuando mencionó a los 15 integrantes, así como la idea de la paridad de género.
Snopek, al abrir el debate en el Senado, reconoció que “el número original generó discusiones internas que son propias de los debates” dentro de la bancada mayoritaria, y que “esta pluralidad generó que la integración sea con 15 miembros y, en este efecto, establecer una paridad con ocho jueces o juezas que deben ser del mismo género”.
Entonces, con los cambios de último momento que terminaron llevando de 25 a 15 el número final de los integrantes de la Corte Suprema, el oficialismo consiguió los votos que le faltaba para aprobar la iniciativa en el Senado nacional y girarlo para su sanción a la Cámara de Diputados.
Reforma de la Corte Suprema: puntos álgidos del debate en el Senado
Durante el debate en el Senado nacional, el neuquino Oscar Parrilli, salió al cruce de la oposición al señalar que la acusación de Juntos por el Cambio de falta de diálogo “es todo mentira” y que “siempre se impone la mayoría”.
Además, el presidente de la Comisión de Justicia y Asuntos Penales atribuyó la falta de acuerdo respecto a la reforma de la Corte Suprema a que “hay dirigentes políticos opositores que le tienen miedo al expresidente Mauricio Macri y al CEO del Grupo Clarín, Héctor Magnetto, aunque digan que están dialogando con nosotros”.
Por la oposición, el radical porteño Martín Lousteau acusó al Frente de Todos de buscar “partidizar” el funcionamiento de la Corte Suprema de Justicia. “Si la van a politizar la Corte, menos confianza en la justicia van a generar”, sostuvo.
En tanto, el formoseño Mayans reivindicó su apoyo a la ampliación de la Corte Suprema de Justicia tras advertir la gravedad que significa para la democracia que “un poder se arrogue una superioridad sobre los otros dos poderes del Estado”, que “es lo que está pasando en la República Argentina en estos momentos”.
El jefe del bloque radical en el Senado, el fomoseño Luis Naidenoff, afirmó que “esta es una victoria pírrica” para el Gobierno nacional y arriesgó que “lo que está marcando es el fin de ciclo”, al tiempo que reclamó que “la convocatoria al diálogo no sirve”. “¿Pueden hablar de diálogo con este tratamiento? Si quieren ser serios, que este tema vuelva a comisión”, remarcó.
Por su parte, la senadora bonaerense del Frente de Todos, Juliana Di Tullio, se refirió a la actual composición de la Corte Suprema y calificó a los cuatro jueces que la componen como “muy débiles, vulnerables a los aprietes del poder económico, de independientes no tienen nada y de democráticos mucho menos”.
El debate tuvo un momento de distensión cuando el radical fueguino, Pablo Blanco, llevó un bolillero al recinto para señalar que, a cuatro horas de iniciada la sesión, todavía no se conocían detalles de las modificaciones que pensaban introducir al dictamen original de la reforma de la Corte Suprema.
