El problema de la recolección de residuos en Berisso fue un dolor de cabeza constante para el intendente macrista Jorge Nedela. Por caso, esta mañana la Delegación de la Zona I, de 122 y 77, amaneció tapada de basura en medio del conflicto entre los trabajadores de servicios y el Ejecutivo municipal.
Hasta la semana pasada los recolectores estaban llevando adelante una retención de tareas porque se les adeuda el pago de las horas extra, un monto que acumula $4,7 millones por los últimos dos meses.
Con este escenario, el Ministerio de Trabajo de la Provincia, a cargo de Marcelo Villegas, debió intervenir al rescate del alcalde caído en desgracia y dictó la conciliación obligatoria por diez días, orden que fue acatada por el Sindicato de Trabajadores Municipales de Berisso.
“Se están haciendo los recorridos con la poca gente que se tiene. Hay compañeros que de hacer tres turnos van a trabajar en el que les corresponde”, señaló el secretario General adjunto del gremio, Claudio Hiser en diálogo con Diputados Bonaerenses.
El problema parece ser aún más grave de lo que aparenta. Fuentes cercanas al Municipio señalaron a este medio que los trabajadores están sufriendo “aprietes y seguimientos” por parte de los laderos del radical Nedela, entre ellos el propio delegado de la Zona I, Gabriel Kondratzky.
“El sábado salieron Gabriel y sus colaboradores en camionetas a seguir a los camiones de la recolección. Los están apretando en el Corralón”, remarcaron. En este contexto, los trabajadores y los vecinos de Berisso son los que sufren la inundación de basura en las calles.
En tanto, el alcalde de Juntos por el Cambio, hace oídos sordos frente a los conflictos luego de la gran derrota en las Primarias ante el Frente de Todos, ya que sacó 13.554 votos contra 35.824 que juntó el kirchnerismo con sus dos listas. En octubre, enfrentara al ganador de agosto, el concejal Fabián Cagliardi.
