En plena crisis edilicia, los trabajadores del Teatro Argentino acusaron a la gobernadora María Eugenia Vidal y al subsecretario de Gestión Cultural, Francisco Baratta, de malgastar $4 millones en tercerizar el servicio de limpieza del edificio.
En diálogo con Diputados Bonaerenses el escenógrafo Julio Ricciardi explicó que “nos opusimos a que haya una empresa porque tenemos un área de mantenimiento a la que le están reduciendo el personal”.
Asimismo, Ricciardi denunció que a las nueve personas que se encargan de brindar ese servicio “no le dan los recursos ni los insumos”. Para el agremiado en ATE, se está buscando reducir el área en pos de tercerizar la prestación completa.
En tanto, los empleados se encuentran en asamblea permanente con retención de tareas desde hace tres meses por los problemas edilicios que presenta el Teatro. Esto mismo motivó a los artistas a realizar funciones abiertas.
“Desde una instancia política se debería administrar el presupuesto para que esa plata que hoy va a las ganancias de una empresa y forma parte de algún negociado se pueda quedar en el Teatro”, aseguró el escenógrafo.
En este sentido, Ricciardi criticó la modalidad de los funcionarios macristas para “desmotivar las medidas de fuerza y resolver los temas gremiales por medio de la constante intención de tercerizar los servicios”.
Cabe recordar, que el contrato que firma Baratta con la empresa Dimalu por 4 millones de pesos hasta diciembre, para la limpieza de varios sectores del edificio, renueva una relación de cuatro años con la firma.
Según informaron los empleados del Teatro, la Provincia gasta $20 millones por año. “Cuando podría contratar nuevos operarios por mucho menos dinero y pagando mejores sueldos”, precisaron.
En rigor, no es la primera vez que se apunta a Baratta y a Vidal por la mala administración de los fondos. A mitad de año, varios legisladores participaron de la denuncia por la sobre-ejecución del presupuesto para la reparación de las salas.
También, los trabajadores se movilizaron en varias ocasiones por las calles de La Plata, ante la parálisis de las obras de remodelación y la falta de calefacción. En tanto, perciben la escasez de insumos y precarización laboral.
