Por Juan Manuel Negri (*)
En la Legislatura bonaerense pulen los últimos detalles del acuerdo político que permitiría avanzar en designaciones en organismos de control, después de dos años de sostenidos desencuentros entre el gobernador Axel Kicillof y la oposición de Juntos. Con las comisiones permanentes cerradas y realizada la primera sesión ordinaria del año en la Cámara alta provincial, el parlamento entra en etapa de definiciones, tras un extenso letargo y un comienzo definitivamente accidentado.
De acuerdo a lo que reconstruyó en exclusiva Diputados Bonaerenses, el acuerdo para designar al exsecretario General de la Provincia, Federico Thea, requerirá de una ingeniería legal y parlamentaria que consistiría en pegarle un verdadero tijeretazo a la Ley orgánica del Tribunal de Cuentas de la provincia de Buenos Aires, que recibió una serie de reformas desde su sanción en diciembre de 1989.
Si todo marcha de acuerdo a lo previsto, habría una sesión del Senado en las próximas semanas. Si bien las últimas horas se habló del jueves 28 de abril como fecha tentativa, esa posibilidad pareció enfriarse un poco y quedaría para las semanas entrantes. “No hay ninguna señal desde el Ejecutivo”, mencionó una alta fuente de uno de los bloques del Frente de Todos de la Legislatura bonaerense. Pese a los movimientos de plazos, en las huestes opositoras dan por descontado que el acuerdo prosperará.
El entendimiento se centraría en compartir el poder en el órgano de control, en lo que refiere a actuaciones administrativas y presupuestarias. Kicillof conseguirá la designación de Thea a cambio de ceder algunas posiciones dentro del Tribunal de Cuentas bonaerense. El abogado, docente y ex rector de la Universidad Nacional de José C. Paz, será un presidente con el poder recortado, condición necesaria para que se selle el acuerdo en la Legislatura bonaerense.
Esa es la alquimia política que hallaron los negociadores parlamentarios para destrabar la designación de Thea al frente del Tribunal de Cuentas bonaerense, que despertó una fuerte resistencia anticipada entre propios y extraños. Vale recordar que, en diciembre pasado Kicillof intentó que el Senado bonaerense vote el pliego del exfuncionario pero fracasó.
En concreto, los legisladores avanzarían en introducir un conjunto de modificaciones al Capítulo II de la ley del Tribunal de Cuentas bonaerense, que versa sobre las facultades del titular del organismo, sensiblemente importante en el “examen” de las rentas públicas, tanto provinciales como municipales, como dicta la Constitución provincial.
La poda implicará “retocar” los incisos 1 y 5 del artículo 7 de la ley del Tribunal de Cuentas bonaerense,que vuelven ineludible el sello de su presidente para despachar todo acuerdo, resolución o sentencia, pero también para requerir antecedentes, informes o pericias tanto a organismos públicos como privados. Los cambios apuntarían a compartir las firmas.
Otro punto importante de la negociación, sería repartir la caja del Tribunal de Cuentas bonaerense mediante una nueva redacción del inciso 3, también del artículo 7, que le confiere al titular del organismo la atribución de “proyectar con intervención del Cuerpo de Presupuesto, para ser elevado al Poder Ejecutivo”.
Con la nueva reforma de la ley que se sancionaría la semana que viene, el titular del cuerpo perdería la exclusividad de la lapicera en lo que concierne a la distribución de las partidas presupuestaria que define la Legislatura bonaerense en los cálculos de recursos y gastos anuales de la administración pública.
En ambos casos, se busca que el presidente del Tribunal de Cuentas bonaerense deba consensuar con los cuatro vocales, tanto en pormenores administrativos, como presupuestarios. Esos cargos son ocupados por Juan Pablo Paredo, hombre de Martín Insaurralde, Daniel Chillo de Sergio Massa, Ariel Pietronave del intendente PRO, Néstor Grindetti, y de María Eugenia Vidal, Gustavo Diez.
Justamente, en el entendimiento para destrabar la designación del presidente del Tribunal de Cuentas bonaerense, casillero vacante desde la renuncia de Miguel Grinberg tras 35 años al frente del organismo, tuvo como protagonistas al jefe de Gabinete bonaerense, Insaurralde, el alcalde de Lanús, Néstor Grindetti, y el jefe del radicalismo provincial y de bloque opositor en Diputados, Maximiliano Abad.
No es casual que los tres principales negociadores tengan representatividad de sectores de los intendentes bonaerenses. Lo que ocurre es que, la titularidad del Tribunal de Cuentas es un cargo vitalicio que tiene una fuerte injerencia sobre el control de los 135 jefes comunales de la provincia de Buenos Aires, sean peronistas, radicales o vecinalistas. Es consabido que ningún cacique territorial desearía tener al organismo “contándole las costillas”.
El organismo posee las extremadamente sensibles atribuciones de “examinar las cuentas de percepción e inversión de las rentas públicas, tanto provinciales como municipales, aprobarlas o desaprobarlas” y, eventualmente, “inspeccionar las oficinas que administren fondos públicos y tomar las medidas necesarias para prevenir cualquier irregularidad”.
“Hay un pre acuerdo para sesionar el jueves que viene en dupla con la Cámara de Diputados (que ya tiene convocatoria confirmada) y avanzar con la modificación de la ley del Tribunal de Cuentas. Sin embargo, todo puede pasar en la Legislatura bonaerense”, se cubrió una fuente opositora en contacto con este medio.
En este contexto, si se alinean los planetas, el Senado bonaerense en las próximas semanas se designará a Federico Thea, una persona de extrema cercanía con Axel Kicillof, en la presidencia del organismo encargado de auditar las cuentas públicas, a cambio de compartir el poder sobre las resoluciones administrativas y presupuestarias.
En caso de que haya algún contratiempo, la sesión de la Cámara alta podría postergarse un poco más, pero el camino legislativo ya está trazado y se concentraría en darle un tijeretazo a la ley orgánica del Tribunal de Cuentas bonanerense.Se trata del fifty-fifty de Kicillof y sus negociadores para ungir a su amigo Thea en un cargo que podrá ejercer, si hace bien los deberes, hasta que pida el pase a retiro.
Más sobre el Tribunal de Cuentas bonaerense
Conocé el perfil y trayectoria de Federico Thea en esta nota.
(*) El autor es director del diario digital Diputados Bonaerenses.
