Se cumplen tres semanas de la desaparición de Guadalupe Lucero, la niña de 5 años que se extravió de la vereda de la casa de su abuela el pasado 14 de junio en San Luis, y la Justicia mantiene activos varias hipótesis en la intensa búsqueda.
Si bien este lunes se cumplen 21 días en que la nena desapareció, por el momento los investigadores no han reunido pistas fuertes en torno a una hipótesis segura, y se llegó a hablar incluso de un posible caso de trata de personas.
Ante la desesperante angustia de los papás de Guadalupe, Eric y Yamila, la Justicia activó en varias ocasiones rastrillajes en diques, parajes y descampados cercanos a la ciudad de San Luis, donde desapareció la menor.
A la par, los primeros días de búsqueda se concentraron en la recolección de testimonios de familiares y vecinos del lugar donde desapareció la niña, justo cuando jugaba con sus primos en la vereda de la casa de su abuela, cuando festejaban un cumpleaños.
Después de la primera semana sin rastros ni noticias de la menor, los papás de Guadalupe iniciaron marchas en reclamo de mayor celeridad en la búsqueda de la niña, que recibió el apoyo de gran parte de San Luis y el país.
Sin embargo, las protestas parecieron hasta ahora no dar frutos. Por el momento, no hay pistas fuertes en la investigación judicial, y la fiscalía ordenó rastrillajes en diques, lagunas y campos de la zona en varias ocasiones.
A su vez, luego de varias pesquisas sin resultados, los investigadores iniciaron la semana pasada los rastrillajes y allanamientos en barrios cercanos al lugar donde desapareció Guadalupe, pero sin grandes avances.
En ese sentido, desde un principio se barajó la posibilidad de un secuestro, hipótesis que toma fuerza cada día que pasa, ante la falta de rastros de que Guadalupe se hubiera escapado y perdido el lunes en que desapareció.
En específico, en 21 días la Policía realizó inspecciones en seis diques de la zona donde despareció Guadalupe, además de rastrillajes en 420 sectores de la ciudad capital y más de 150 allanamientos.
Con las primeras averiguaciones, la Justicia realizó durante la primera semana de búsqueda una cámara gesell a la prima de 3 años de Guadalupe, quien aportó información sobre el momento en que la menor desapareció.
Según fuentes del caso, la prima habría relatado que una mujer se acercó a Guadalupe y se la llevó de la casa de su abuela. Minutos después, la menor entró a la casa a avisar que la niña se había ido, lo que despertó el alerta de los adultos.
En ese aspecto, los investigadores reunieron además testimonios que destacaban un auto blanco desconocido, un Peugeot 404, que circuló por el barrio la tarde en que desapareció Guadalupe.
Para dar con Guadalupe, se emitió una Alerta Sofía y una alerta amarilla de Interpol.
Si bien la pista pareció no llegar a ningún lado y los investigadores se concentraron en reforzar los rastrillajes, la llegada a San Luis de la referente la lucha contra la trata de personas, Susana Trimarco, volvió a poner el foco en la hipótesis de secuestro.
El jueves pasado, la titular de la fundación María de los Ángeles, se entrevistó con los papás de Guadalupe y ofreció asesoría legal por parte de su letrado a Eric y Yamila, además de reunirse con el juez de la causa para conocer los detalles de la investigación.
“Hemos venido desde Tucumán para poder ayudar a la familia, porque vemos que no avanza nada la causa y no hacen nada”, aseguró Trimarco al arribar a San Luis en compañía de su letrado y la asesora de la fundación que coordina.
Al respecto, la referente en la lucha contra la trata de personas advirtió que “ya han pasado muchos días, mucho tiempo, y si hubiera sido un delito menor, ya hubiéramos tenido noticias de Guadalupe”.
Para Trimarco, que la niña haya desaparecido sin dejar rastros es un signo de alerta en relación a este tipo de casos, por lo que decidió interiorizarse y acompañar a la familia de Guadalupe.
Al cumplirse 21 días de la desaparición de la menor, por tercer día consecutivo, la policía realiza rastrillajes en el dique Pasos de las Carretas y en las zonas aledañas, mientras que la familia convocó para este lunes a una nueva marcha.
Mientras tanto, otro grupo especializado con canes continúa los rastrillajes en lo que se conoce como la “zona cero” del barrio 544 viviendas, lugar donde desapareció la niña cuando jugaba con sus primos.
Uno de las pistas en las que se centrarán los investigadores desde ahora será en el recorrido que realizó el enigmático Peugeot 404 blanco, luego de que otros primos de Guadalupe testificaran ayer que “le taparon la boca” a la niña cuando se la llevaron.
