Tras una semana de arduas negociaciones, Gerardo Morales, fue ungido hoy como el nuevo presidente de la Unión Cívica Radical (UCR), tras cerrar un acuerdo con el sector que lidera el senador nacional Martín Lousteau, quien fue elegido como vicepresidente segundo.
Poco antes de que iniciara el plenario de delegados en el Comité Nacional de la UCR, el presidente saliente del partido, Alfredo Cornejo, mantuvo una reunión con Morales, acompañado por el gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, y con Lousteau, que asistió junto al diputado Emiliano Yacobitti.
En ese encuentro se alcanzó un principio de acuerdo para que Morales fuera el candidato a presidente de una lista de unidad y Lousteau vicepresidente segundo. “No seríamos demócratas ni militantes de la UCR si no tuviéramos diferencias, la capacidad de diálogo nos permitió lograr consensos”, enfatizó Morales.
En tanto, la vicepresidenta primera será para la bonaerense María Luisa Storani, mientras que el porteño Daniel “Tano” Angelici consiguió una silla en el Comité Nacional. Aunque aún quedan por resolver las vocalías y secretarías, pero el acuerdo marco alcanzado por las dos principales figuras de la pulseada radical allanó el camino para la votación.
De esta manera, se cumplió con la premisa de unidad de Cornejo, quien se había puesto al frente de la disputa entre el gobernador jujeño y el senador porteño, para evitar una crisis en el partido y una posible judicialización del proceso electoral.
Además, el presidente saliente del partido y senador nacional por Mendoza no quería que el plenario terminara con peleas y escándalo, como ocurrió en la reciente elección de autoridades de la Juventud Radical.
En este sentido y durante el plenario de la UCR, Morales llamó a cuidar la unidad de Juntos por el Cambio y ratificó que pretende que un candidato presidencial del radicalismo llegue al poder en 2023.
A su vez, Morales cuestionó con dureza al Gobierno de Alberto Fernández. “Tenemos que trabajar en un plan de gobierno para ofrecerles a los argentinos”, resaltó, al mismo tiempo que reconoció: “Hay diferencias ideológicas con socios de la coalición opositora”.
“Desde el radicalismo necesitamos hacer un aporte moderno. Tenemos que tener un plan desarrollista y productivo, que sea federal, un plan para que la UCR no quede atrapada en las diez manzanas de la Capital. El plan de gobierno debe venir desde la periferia hacia el centro”, agregó Morales.
A su vez, Lousteau dijo: “Soy un afiliado nuevo; mi afiliación fue producto de una elección ideológica, historia y filosófica que contempla la emoción y la razón y lo hice después de representar al partido en PASO”.
Asimismo, el senador porteño agregó: “Tenemos que hacer un radicalismo tan fuerte que tenga más de tres gobernadores, un presidente radical e intendentes a lo largo y ancho del país y así pueda llevar adelante nuestra propuesta”.
Como parte del enroque partidario, Morales avanzó en el acuerdo con el sector de Lousteau, quien recolectó el apoyo de unos 40 delegados partidarios, y abrió una vía de negociación para que los 12 diputados de Evolución Radical, espacio que conduce Rodrigo de Loredo, regresen a la bancada de la UCR.
Con este pacto, el sector de Lousteau se quedó con seis de los quince lugares de la mesa de conducción de la UCR. Además, el senador ocupará un lugar en la mesa nacional de Juntos por el Cambio en representación del radicalismo.
En tanto, Morales se comprometió a rediscutir el reparto de autoridades en el bloque de diputados para darle lugar a los referentes de Evolución Radical. Desde el entorno del gobernador de Jujuy prevén que la bancada podría unificarse en marzo.
Vale destacar, que las negociaciones para acercar posiciones entre Morales y Lousteau se aceleraron durante las últimas horas. “Esto se cerró cuándo Morales y Sanz entendieron que se tenían que sentar a acordar con Lousteau y Yacobitti”, dijeron desde el campamento de Evolución.
