viernes, marzo 29, 2024

Un pueblo en vilo: declaran la emergencia social en Benito Juárez por cierre de Loma Negra

El decreto del intendente Julio César Marini, pone a todo el partido en estado de alerta social, económica y laboral hasta el 31 de diciembre.

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En medio de la crisis económica y de la amenaza de nuevos despidos por el inminente cierre de Loma Negra, el intendente de Benito Juárez Julio César Marini decretó la emergencia social, económica y laboral de la comuna.

El pueblo de Barker, donde se ubica la cementera, suspendió el dictado de clases y de la actividad comercial para convocar a una asamblea popular con el fin de discutir lo que ocurrirá si se da el cierre definitivo.

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Tanto el cese de actividades como el decreto de alerta, surgen ante reciente despido de 100 operarios y en el posible desmantelamiento que dejaría otras 300 familias en la calle. Hace dos meses, el pueblo se movilizó cuando avanzaron los retiros voluntarios.

En este sentido, la medida impulsada por el Jefe comunal considera como “grave la situación que atraviesa al distrito ya que la mayoría de la población trabaja en actividades relacionadas con la minería en Loma Negra desde 1956”.

Desde la fábrica afirman que “la decisión se toma en un contexto en el cual la compañía tiene sobrecapacidad, sumado a los altos costos de producción y a la logísticos que insume su funcionamiento”.

Cabe recordar que en el 2001 la región quedó al borde de convertirse en un “pueblo fantasma” ante la pérdida masiva de puestos de trabajo y sus habitantes temen que se repita lo mismo.

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“Si las 350 personas que trabajamos acá dejamos de estar, los comercios y almacenes del pueblo no funcionan. Esto ya pasó en 2001, mucha gente se tuvo que trasladar”, expresó uno de los empleados.

Por otro lado, Mauricio Macri anunció la instalación de otra sede de la cementera en la ciudad de Olavarría que podría producir tres veces más de lo que produce Benito Juárez, con el 20% de los trabajadores.

Loma Negra, propiedad del grupo brasileño Camargo Correa, emplea a 3.000 operarios en todas sus fábricas y se suma a la larga lista de despidos que iniciaron Villa del Sur, Siderar, La Campagnola, Zanella, Eskabe, Dánica, Arcor, Toyota, Volkswagen, Peugeot, entre otras de la provincia.

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