Cueroflex es una cooperativa de San Martín que se dedica a la fabricación de cuero reciclado. Tiene 80 empleados y termina el año con una inquietante deuda de más de 9 millones de pesos en tarifas.
Si bien por el momento la deuda se encuentra congelada hasta marzo, los trabajadores temen por su futuro. “Venimos así hace dos años. Si esto no cambia desgraciadamente vamos a tener que cerrar. Nosotros resistimos sin tocar a los trabajadores, en una empresa echan gente y listo”, contó a Diputados Bonaerenses el presidente de la cooperativa, Jorge Reisch.
Este mes recibieron una factura de energía eléctrica de 624 mil pesos, que sumado a los importes impagos hacen una deuda de 6 millones de pesos. En cuanto al gas, las cuentas también son abultadas, adeudan otros 3 millones.
Consultado sobre los motivos de la endeble situación económica que atraviesa la fábrica recuperada, Reisch apunta a la retracción del consumo y la apertura de las importaciones. En promedio las ventas cayeron entre un 30 y 40 por ciento.
“En enero vendíamos 50 toneladas de material para zapatillas para una empresa de Entre Ríos, en la actualidad no nos piden ni una. Sabemos que están trayendo material de afuera”, relató el titular de Cueroflex.
“Si esto no cambia desgraciadamente vamos a tener que cerrar. Tenemos esperanza que el Congreso trate una ley de emergencia para cooperativas, es la única salida”, concluyó Reisch.
Justamente eso, la esperanza de que se le condone la deuda, es lo único que mantiene en actividad los 80 trabajadores de Cueroflex, que por ahora tienen un aire hasta marzo.
[Video]#Protesta #SanMartin
Trabajadores de #Cueroflex
Cada dos meses pagaban 50 mil pesos de luz. Ahora, 400 mil por mes. pic.twitter.com/Fwe0ySWSwK— Mauricio Polchi (@MauriElbueno) October 5, 2016
