La jueza Nacional de Ejecución Penal de la Ciudad de Buenos Aires, María Jimena Monsalve, relató que tuvo que esperar 15 horas, sentada en una silla de un sanatorio porteño, porque no había camas para internación por coronavirus.
La magistrada contó que, tras contagiarse de COVID-19 por su “hijo en edad escolar”, se acercó a la clínica de su obra social para que la asistieran, puesto que es asmática y pertenece a la población que más sufre los síntomas de la enfermedad.
"Estoy ingresada en un sanatorio con Covid. No hay cama. Desde las 15 horas no me derivan”, escribió Monsalve en su cuenta de Twitter y puntualizó que estaba “sentada en una silla, destruida”.
En ese contexto, la magistrada enfatizó que aporta a la obra social “hace 30 años” y que se “contagió por su hijo en edad escolar”. “Soy asmática y me cuidé como pocos", puntualizó la jueza sobre su situación.
"Me rompo el alma cada día por asegurar el derecho a la salud de mis detenidos y no puedo recibir la atención que necesito y merezco, cuando el cuerpo no da para más", agregó la magistrada sobre su cuadro de COVID-19.
Horas después, a las 3 de la madrugada, la jueza comunicó que ya estaba “acostada en una cama” y reflexionó que “no importa color político, esto es vida o muerte, ahogarte o respirar, volver a ver a tus hijos”.
“Hoy la comunicación en red y los que me conocen transparente y justiciera me ayudaron y confié en cada uno. Conciencia, por favor", solicitó Monsalve respecto al panorama dentro de las clínicas privadas para atender cuadros de coronavirus.
La jueza nacional, María Jimena Monsalve.
Por todo eso, Monsalve remarcó que “nadie dice esto en los medios” y utilizó el hashtag #nohaycamas, al confirmar la dramática situación sanitaria que el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, detalló ayer en conferencia de prensa.
El mandatario bonaerense describió que “no quedan camas en el sistema privado que atiende a casi todos los porteños” por la suba de casos de coronavirus en la región.
“Parece que hablamos de dos mundos distintos y no lo son. La pandemia empieza en la Ciudad y se va corriendo a la Provincia y va estallando. En la Ciudad estalló el sistema privado”, señaló Kicillof en la tarde del jueves.
A la par, el Gobernador expresó que “la segunda ola –de la pandemia- sigue creciendo, se batió el récord de contagios del año pasado” y aclaró que “en estos 15 días se busca reducir la movilidad y los contactos para desacelerar el aumento de casos”.
En línea con el mandatario, el gerente del hospital Dr. Alberto Duhau y vicepresidente de CAPRESCO, Guillermo Barreiro, alertó que “por la alta ocupación de las camas disponibles en terapia intensiva, las clínicas porteñas comenzaron a derivar pacientes a los establecimientos privados bonaerenses”.
Explíquen @horaciorlarreta o @alferdez , en que prefiera, con todo respeto, por qué llegamos a esto? Me rompo el alma cada día por asegurar el derecho a la salud de mis detenidos. Y no puedo recibir la atención que necesito y merezco, cuando el cuerpo no da para más. https://t.co/jEpPvKEfBv
— jimemonsalve (@jimemons) April 16, 2021
Al respecto, Barreiro explicó que las transferencias de pacientes con cuadros complicados de coronavirus se destinaron “especialmente a los partidos de La Matanza y Tres de febrero".
“Ayer por la tarde (miércoles), en una de las clínicas más grandes de La Matanza, ocho ambulancias esperaban su ingreso en la puerta por demoras para poder trasladarlos o hacer el ingreso, una postal atípica aún durante la primera ola de la pandemia”, agregó el médico.
Tras conocerse el drama de la jueza nacional, el propio ministro de Salud bonaerense catalogó “el testimonio de la jueza como un testimonio más de la saturación del sistema de salud de CABA”.