Luego del cimbronazo que significaron los reproches que les soltó la vicepresidenta de la Nación, Victoria Villarruel, por garantizarle los votos necesarios a Axel Kicillof y La Cámpora para la media sanción del proyecto de la empresa estatal de salud, el bloque libertario “dialoguista” de la Cámara de Diputados bonaerense atraviesa momentos de alta tensión. Sin embargo, de todos sus integrantes sin dudas la más afectada es la diputada Constanza Moragues, que al haber perdido el apoyo de su madre política estaría transitando sus últimos meses en la Cámara baja.
“Devuelvan las bancas”, escribió Villarruel en la tarde del jueves, exactamente un día después de que Moragues haya tocado el botón verde de su pantalla para aprobarle la iniciativa a Kicillof y a La Cámpora. La misiva cayó como un balde de agua fría para la legisladora del bloque Unión, Renovación y Fe, si bien la Vicepresidente no atentó directamente contra ella en el posteo sí adjuntó una foto en la que aparece en primera plana. Moragues sabe que esas palabras son irreversibles: semejante a un coliseo romano, la segunda al mando a nivel nacional le bajó el pulgar y, con ello, su carrera política quedó al borde del precipicio.
Tras ese cachetazo, Moragues no se calló nada y despotricó contra Villarruel al mencionar que siente “vergüenza e indignación” por la maniobra de atacar vía redes sociales, dando a entender que el vínculo entre ambas, si bien ya estaba conflictuado, ahora está completamente roto. “Terminó cayendo en esta mediocridad de salir a pelear y blasfemar por Twitter con imprecisiones, típico de todo lo que vinimos a modificar de la política tradicional, que es meter a todos los gatos en una misma bolsa”, señaló la legisladora en declaraciones radiales.
“Yo trabajé a su lado 2 años. Ella se convirtió en un jamoncito entre el Presidente y la hermana (Karina Milei), que la termina reduciendo a esa expresión paupérrima de la política a través de las redes sociales. Nosotros trabajamos para el partido que ella conducía y al que ella se desprendió por Twitter, porque ni siquiera dio la cara. Ni siquiera sabemos si las 937 fichas de afiliación que presentamos fueron a parar a la Junta Electoral, todo indicaría que no”, denunció Moragues.
En esta línea, la diputada oriunda de Lomas de Zamora trazó un paralelismo con los legisladores nacionales opositores que votaron a favor de la Ley Bases en el Congreso, propuesta que provino del Ejecutivo, a quienes Villarruel “no les pidió que devuelvan sus bancas”. “Deja mucho que desear este tipo de expresiones que reducen a la política a esta mediocridad totalmente alejada de la verdad. Para uno es democracia y para otros es tiranía, tiene una doble vara como el kirchnerismo y quiere jugar a ser Cristina. Desconozco esta actitud en ella, es una decepción total”, sentenció.

Vale recordar que, en las elecciones legislativas de 2021 Moragues se abrió paso para llegar al parlamento provincial en la lista de candidatos a diputados por la Tercera sección electoral de Avanza Libertad, en ese momento referenciada con José Luis Espert. Durante sus años en el edificio Anexo de la calle 53, en La Plata, la dirigenta mostró su afinidad tanto con el ahora presidente de la Nación, Javier Milei, como con Villarruel, con quienes compartió varias actividades de campaña durante los comicios del año pasado en los que ambos fueron catapultados a Casa Rosada.
Irónicamente, desde el momento en que Milei se calzó la banda presidencial y Villarruel fue oficializada como Vicepresidenta, el panorama se le hizo cuesta arriba a Moragues. Ante la falta de coincidencias con el liderazgo liberal, en diciembre La Libertad Avanza se partió en Diputados: de un lado quedó la bancada oficialista conducida por Nahuel Sotelo, que cuenta con el aval del Presidente de la Nación; y del otro el bloque libertario dialoguista, que ni siquiera es comandado por ella, pese a ser la legisladora del espacio con más rodaje en el recinto, sino por el diputado Gustavo Cuervo.
En ese sentido, Moragues perdió dos pulseadas al hilo: la primera con Sotelo, que la expulsó de la bancada y se quedó con la presidencia del espacio oficial; y la segunda con los dialoguistas, que le dieron la titularidad de la bancada a Cuervo. Desde ese entonces, la diputada, que supo responder a Victoria Villarruel, se empeñó en ocultar la incomodidad de pertenecer al bloque acuerdista, aunque la confesó en voz baja a varios interlocutores del espectro legislativo bonaerense.
Además de ser desplazada de su poder político, Moragues sufrió amenazas por quedar del lado disidente de La Libertad Avanza, que no fueron frenadas ni por Milei ni mucho menos por Villarruel, quizás un indicio del ninguneo que comenzaría a hacérsele costumbre. Ya despojada de esa naturaleza antikirchnerista que la caracterizó durante su ingreso en la Cámara baja bonaerense, la diputada liberal poco a poco fue amansándose y terminó de ser domesticada por la “tranza” legislativa de Unión por la Patria.
El prontuario de Moragues: los votos para Kicillof y La Cámpora
En lenguajes futbolísticos, su primer asistencia para Kicillof sucedió el 30 de diciembre pasado, cuando faltó a la sesión en la que se aprobó la Ley Fiscal Impositiva y un pedido de endeudamiento de USD 2.900 millones, favoreciendo a la llegada de los dos tercios que necesitaba el kirchnerismo. En abril, le tiró un centro a la Gobernación al aprobar la emergencia para empresas recuperadas, con la salvedad de que su bancada fue el único espacio que acompañó los plazos propuestos por Unión por la Patria. Y en mayo, le dio un pase gol al oficialismo al darle la llave para lograr la media sanción del polémico y resistido proyecto de La Cámpora sobre las indemnizaciones laborales.
Pese a todos estos antecedentes en su contra, la gota que derramó el vaso para que Villarruel le suelte la mano y la deje a su suerte en la Legislatura bonaerense sucedió en la sesión de esta semana. Con un panorama completamente desfavorable, el kirchnerismo encontró en Moragues y sus compañeros de bloque la sociedad perfecta para que avance el proyecto para crear la Empresa de Emergencias en Salud, que los demás espacios opositores destruyeron en duros términos por el agrandamiento del Estado y las gambetas a los organismos de control.
Incluso, ni siquiera el bloque libertario dialoguista del Senado bonaerense conducido por Sergio Vargas se atrevió a mostrar el más mínimo apoyo al proyecto de Kicillof para crear la empresa estatal de Salud ya que, antes de que conozca su media sanción en Diputados, los legisladores anunciaron su voto en contra en Twitter. De esta forma, la iniciativa no llegaría a obtener los números necesarios para ser sancionada, pese a la infantil voluntad de Moragues de ir en contra de sus exlíderes.
Frente a este contexto, a poco más de 13 meses para las votaciones legislativas (si es que no se modifica el calendario electoral), Moragues ya es consciente de que la posibilidad de seguir ocupando su banca de la Cámara de Diputados no es lejana, sino imposible. Atrás quedó su apoyo a Villarruel cuando esta realizó el homenaje a “las víctimas del terrorismo” o cuando la acompañó en una recorrida por Lomas de Zamora ante la ola de saqueos de septiembre del año pasado. Ahora, la aún legisladora se encuentra huérfana de padres políticos y completamente a la deriva en un inmenso mar que desde el 10 de diciembre de 2023 no deja de embatirla.