La exgobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal presentará este miércoles a las 18:00 horas su libro, Mi Camino, por una transmisión en vivo a través de su Instragram y Facebook.
Así lo decidió la referente de Juntos por el Cambio, quien esta tarde dará detalles respecto de su publicación, editada por Penguin Random House, en un paso similar al que dio Mauricio Macri, con Primer Tiempo.
Es que, la presentación de Mi Camino llega un mes después de que el expresidente Mauricio Macri lanzara su libro y volviera a la escena pública, por lo que se espera que Vidal abandone el perfil bajo que venía manteniendo desde el fin de su mandato.
En esa línea, en su libro la dirigente relata una retrospectiva de su gestión provincial y de la elección de 2019, además de ensayar una autocrítica y dar su mirada sobre el futuro del país y el de su espacio político.
En ese punto, sobre los próximos pasos de la coalición opositora, la exgobernadora hasta ahora no ha dado señales de qué rol pretende jugar en las legislativas de este año.
De todas maneras, la dirigente ya adelantó que hará campaña "a ambos lados de la General Paz", al estilo de otra férrea opositora, Elisa Carrió, y pidió “salir por arriba de la grieta, por el lado de la gente” en el contexto de pandemia.
Cabe destacar que la exgobernadora mantiene un vínculo cercano con la fundadora de la Coalición Cívica, quien este lunes, en un zoom con políticos y empresarios, espetó "cuiden a Vidal", lo que fue interpretado por algunos como una definición electoral.
Por el momento, desde la oposición todavía se debate qué pasará con los cuatro referentes que hoy ya no están en funciones al perder las elecciones de 2019, entre los que se encuentra Vidal.
A meses de las elecciones legislativas, completan el grupo Mauricio Macri, Elisa Carrió y la exministra de Seguridad, Patricia Bullrich, sin definiciones claras respecto a qué pasará con los máximos referentes de Juntos por el Cambio en los comicios.
La portada del libro de Vidal resultó similar al de Michelle Obama.
Por otra parte, el libro que se presentará hoy tiene prólogo de José Eduardo Abadi, 200 páginas y ocho capítulos en los que Vidal busca transmitir sus vivencias personales a lo largo de su trayectoria política.
En ese sentido, los capítulos tienen títulos como "El miedo a dejar de ser yo", "Bienvenida al sistema: del anonimato a las mafias" o "Con tener razón no alcanza", donde la exfuncionaria acumula sus impresiones respecto a la gestión pública.
Hace una semana, la exgobernadora había compartido una pequeña parte de Mi Camino, en la que relató que el “mayor miedo era dejar de ser yo” al asumir la Gobernación provincial.
Leé el estracto completo acá:
“Legué a la Casa de Gobierno seis minutos antes de las 11 de la mañana. Daniel Scioli me esperaba en el patio de la Gobernación, en el centro de La Plata. Desde ahí, caminamos por los interiores hasta la residencia oficial para tener la primera y única reunión de la transición. Era el miércoles 25 de noviembre de 2015. Había pasado un mes exacto desde la elección provincial y faltaban quince días para que yo asumiera como la primera gobernadora mujer de la provincia de Buenos Aires”.
“Unos días después, en nuestro primer encuentro a solas con Mauricio en las oficinas del partido, le conté que había una sola cosa que no quería que me pasara siendo gobernadora. No era perder las siguientes elecciones, ni siquiera eran los costos que sabía que iba a enfrentar en el cargo. Mi mayor miedo era dejar de ser yo. Volverme irreconocible en esos cuatro años que tenía por delante. Era una idea que me daba vueltas con fuerza desde aquella reunión en La Plata”.
“Había sido la primera vez que yo iba a la residencia del gobernador, el lugar donde se suponía que tenía que vivir a partir del 11 de diciembre. A diferencia de la Casa de Gobierno, que estaba muy deteriorada, la residencia parecía una embajada, con salones lujosos, mozos, un piano. Yo venía de recorrer durante un año y medio los 135 distritos de la provincia y me chocó encontrarme en ese edificio de la Belle Époque que había diseñado Alejandro Bustillo y que la gobernación había restaurado hasta dejarlo impecable. Era un choque enorme con la realidad de la provincia, que ni siquiera podía pagar los sueldos de diciembre. Un choque enorme con los miles de calles de tierra que yo había recorrido, con las casas de zanjones en las veredas y agua de pozo, con las guardias colapsadas de los hospitales y los cuarteles de bomberos listos para salir a asistir a los inundados en cada lluvia. La residencia que encontré era parte de un mundo completamente distinto del que yo había conocido”.
